El principal riesgo de muerte prematura en la población mexicana es la obesidad, ya que se asocia con las enfermedades que se encuentra entre los primeros sitios de mortalidad general como la diabetes, problemas cardiovasculares y cerebrovasculares y el cáncer de mama, entre otras.
Se estima que unas 50 mil muertes que ocurren al año en nuestro país se encuentran asociadas a la obesidad, así lo señala el Informe Salud México 2001, donde además se destaca que el 39 por ciento de la población adulta sufre de sobrepeso y otro 30 por ciento de obesidad.
En el 2005 los estados con los niveles más altos de obesidad fueron Quintana Roo con 73.9 por ciento en hombres y Durango 79.6 por ciento en mujeres. Las cifras más bajas ocurrieron en Oaxaca y Guerrero. La trascendencia que ha tomado este problema permite calificarlo como una epidemia entre la población mexicana, la cual requiere tomar acciones inmediatas, como es la promoción de actividad física y una adecuada alimentación.
Ante este panorama, la Secretaría de Salud ha establecido un método sencillo para identificar sí existe riesgo de padecer alguna de estas enfermedades crónicas derivadas de la obesidad.
Una vez que se ha identificado que se tiene un problema de sobrepeso u obesidad, se debe acudir con el médico ya que será la persona más indicada para establecer el tratamiento adecuado.