El síndrome del atracón es un trastorno de la conducta alimentaria en el que se presentan ataques compulsivos por comer, informó, Leticia Cervantes, investigadora adscrita a la Dirección de Nutrición y experta en Trastornos Alimentarios del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, %u201CSalvador Zubirán%u201D.
Detalló que la principal característica de este síndrome es el deseo compulsivo de ingerir más alimentos de lo que el cuerpo necesita en un lapso no mayor a dos horas, se consume en un solo tiempo de comida lo que debería ser en tres días, acompañado del sentimiento de culpa sin inducir el vómito como en el caso de la bulimia.
En entrevista explicó que es un padecimiento ligado a cuestiones emocionales así como a inestabilidad, problemas de autoestima, depresión y ansiedad.
Dijo que afecta principalmente a las mujeres de 45 años o más con menopausia, depresión y ansiedad, porque hay preocupación por los cambios drásticos del cuerpo, en la figura, pérdida de hormonas ya que el organismo tiende a la obesidad. En el caso de los hombres, el divorcio, despido laboral, de ahí que encuentren la comida como satisfactor ante la angustia.
Resaltó que en los jóvenes también se presenta a causa del sedentarismo y la falta de actividad física, el consumo de alimentos con gran densidad energética, porque no desayunan, y comen en la calle con los amigos y compañeros de trabajo.
Para detectar si una persona padece el síndrome del atracón, la gente a su alrededor debe observar si hay un comportamiento distinto, por ejemplo, comer en cantidades exageradas, incremento de de peso en un tiempo muy corto, incluso, llegar a la obesidad.
Las complicaciones de este trastorno son cambio en el estado emocional, sobrepeso y obesidad, hipertensión, fatiga, cansancio, problemas de piernas, dificultad para caminar y diabetes, por ello es importante atenderlo.
El tratamiento consiste en identificar la causa emocional, trabajar junto con la familia, y con la baja autoestima. En relación con la alimentación, ofrecer alternativas para que el paciente elija alimentos saludables y lograr que evite los que tienen gran densidad energética.
Probablemente se le recomiende hasta siete tiempos de comida por los periodos de deseo compulsivo de comer, incluir ensaladas, pepinos, jícamas, para saciar su hambre y que al mismo tiempo le proporcionan fibra y volumen en su estómago de manera que evite consumir pasteles, bebidas gaseosas, dulces o frituras.
También, quitar alimentos con mayor aporte de calorías, dieta habitual, menos pastas más ensaladas, que el postre sea una fruta, actividad física, y principalmente hacer consciente a la persona que se agreden con los atracones, elevar su autoestima ya que si la persona no se valora, con la dieta no será suficiente.
La familia debe acudir a terapia con los pacientes, estar de la mano con el nutriólogo y psicólogo, además evitar la preparación de los alimentos capeados o empanizados.
Finalmente comentó que la duración de este proceso es muy variable, todo depende de la persona, la causa y disposición, se trata de poner metas a corto plazo.