El jurado aún esta deliberando sobre la relación entre la cantidad de grasa que comemos y el cáncer del seno. Pero las dietas altas en grasa son altas en calorías lo que puede conducir al sobrepeso y a la obesidad. Es más, hay evidencia de que el sobrepeso y la obesidad están relacionado con el cáncer del seno en las mujeres después de la menopausia. Y si eso no es todo, hay evidencia de que consumir grasas saturadas eleva el riesgo de desarrollar cáncer.
Por lo general, las grasas saturadas son sólidas a la temperatura ambiente y se encuentran generalmente en los alimentos que vienen de los animales como: la mantequilla, la manteca, la grasa de la carne o del cerdo y, sorprendentemente en el coco sea rallado, en la leche entera o en el aceite.
Aquí comparto unos consejos para disminuir el consumo de las grasas saturadas en nuestra alimentación diaria:
- Dale sabor a tus frijoles y arroz con chile verde, cebolla, ajos, cilantro y poquito orégano en lugar de usar manteca o tocino.
- Haz ese flan y pudín favorito con leche descremada o leche de 1% y tu familia no se dará cuenta de la diferencia.
- En el supermercado, elije leche descremada o con 1% de grasa, aderezos para las ensaladas, mayonesa, queso y crema agria bajos en grasa o sin grasa.
- Elimina la grasa, antes de cocinar corta la grasa a la carne de cerdo y de res, y al pollo y al pavo quítales el pellejo.
- Hornea, asa o guisa tus comidas en vez de freírlas.
Sigue estos consejos y el resultado será un cuerpo libre de toxinas y una silueta más esbelta!