Los malos hábitos alimenticios incrementan el riesgo de enfermedades cardiovasculares al elevar factores como el colesterol y la diabetes. La alimentación y la salud cardiovascular están estrechamente relacionadas; una dieta adecuada puede ayudar a controlar los principales factores de riesgo que afectan al corazón. Junto con el ejercicio aeróbico, una buena alimentación se convierte en un aliado fundamental para reducir significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas a futuro.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel global, según la Organización Mundial de la Salud. Sus principales factores de riesgo son modificables, incluyendo hábitos alimenticios poco saludables, inactividad física, consumo de tabaco y alcohol. Por ello, es crucial adoptar un estilo de vida más saludable.
“La alimentación es uno de los factores más importantes en la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Lo que comemos influye directamente en la salud de nuestras arterias, la presión arterial y los niveles de colesterol. Adoptar una dieta equilibrada y saludable nos ayudará a mantener nuestro corazón en buen estado y prevenir complicaciones graves como la hipertensión arterial, infartos o accidentes cerebrovasculares”, mencionó la doctora Elsa Arrieta Maturino, cardióloga intervencionista y miembro titular de la Sociedad Mexicana de Cardiología.
Teniendo esto en cuenta, aquí te compartimos cinco recomendaciones para mejorar tu alimentación y cuidar tu corazón:
- Las frutas y verduras son esenciales: Estos alimentos son ricas fuentes de vitaminas y minerales, bajas en calorías y altas en fibra. Un mayor consumo de frutas y verduras está asociado con una reducción del riesgo de enfermedades crónicas, incluyendo eventos cardiovasculares.
- Controla la ingesta de grasas no saludables: Limitar el consumo de grasas trans y saturadas ayudará a reducir los niveles de colesterol en la sangre, disminuyendo así el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
- Identifica las grasas buenas: Opta por productos como el aceite de oliva, pescado, aguacate, frutos secos y semillas. Estas grasas pueden ayudar a reducir el colesterol total en sangre, pero es importante consumirlas con moderación.
- Reduce el consumo de sal y azúcar: Una alta ingesta de sodio puede llevar a presión arterial alta. La mayor parte del sodio proviene de alimentos enlatados o procesados; elige alimentos frescos y caseros. Asimismo, limita el consumo de azúcares añadidos en alimentos y bebidas.
- Un gustito no hace daño: Disfrutar de un antojo ocasional está bien, pero no debe convertirse en una excusa para abandonar un plan de alimentación saludable. Mantener un equilibrio te ayudará a seguir con un estilo de vida saludable a largo plazo.
Adoptar una dieta equilibrada promueve una mejor calidad de vida y ayuda a prevenir enfermedades del corazón. Estos consejos son un buen inicio, pero es fundamental consultar a un nutriólogo, quien podrá diseñar un plan de alimentación personalizado que se ajuste a tus necesidades y fomente una salud cardiovascular óptima.
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