En los últimos diez años se ha incrementado el riesgo cardiovascular en hombres jóvenes de negocios, principalmente de los sectores comercio y financiero
Hoy en día, es necesario contar con medicamentos innovadores que ofrezcan no sólo control de la presión arterial por 24 horas continuas, sino que también brinden protección renal
Ante el incremento de infartos en gente joven, hombres y mujeres, los ejecutivos de negocios que se dedican a las ventas en los sectores comercial y financiero deben identificar sus factores de riesgo cardiovascular y modificarlos a la brevedad, advirtió el Dr. Fernando Vidal, cardiólogo, miembro de las Sociedades Mexicana y Española de Cardiología.
El Dr. Vidal alertó que en México 4 de cada 10 adultos mayores de 20 años presentan elevados índices de colesterol; de éstos el 80% lo desconoce y menos de la mitad que se sabe con hipertensión arterial sigue algún tratamiento para controlarla. En contraste, sólo el 20% de las personas con hipertensión siguen un tratamiento de control de la hipertensión durante las 24 horas, por lo que en nuestro país las enfermedades cardiovasculares son la causa número uno de fallecimientos.
Agregó que en los últimos 10 años se ha registrado un incremento muy preocupante en el número de infartos de personas de entre 30 y 45 años de edad debido principalmente al estrés y la carga de trabajo, los cambios en el estilo de vida más acelerado, mala alimentación, sedentarismo y obesidad.
Señaló que cada año aumenta entre 2 y 3% el número de pacientes con enfermedades cardiacas, embolias o infartos cerebrales y lo más inquietante de estas cifras es que se trata de jóvenes de entre 20 y 30 años, que conforman la población económicamente activa.
Ante esta situación, hizo un llamado a todas aquellas personas que sospechen pueden sufrir de hipertensión a realizarse la prueba gratuita del Monitoreo Ambulatorio de Presión Arterial (MAPA) que Boehringer Ingelheim está patrocinando dentro de la campaña %u201CSalva tu Corazón porque cada hora cuenta%u201D, solicitándolo a través de su cardiólogo.
Este monitoreo, MAPA, registra automáticamente, y sin ningún esfuerzo por parte del paciente, los valores circadianos máximos y mínimos para obtener un promedio más exacto de la presión arterial durante las 24 horas del día, cosa que no se logra con una sola toma aislada que generalmente se realiza cuando el paciente llega al consultorio.
Hay creciente evidencia de que los accidentes vasculares cerebrales, los infartos y la muerte súbita cardiaca están influenciados por los ritmos circadianos con una máxima incidencia en las horas de la mañana (antes del despertar) y una declinación durante la noche (horas del sueño).
Ante esta situación, el control de la presión arterial durante 24 horas debe considerarse como una meta terapéutica vital para la prevención del daño a órganos como el corazón, cerebro, riñón y ojos. Proteger al paciente hipertenso durante 24 horas es una meta terapéutica fundamental, por ello, Boehringer Ingelheim ha conducido tres grandes estudios mundiales entre más de 30 mil pacientes hipertensos, que los convierte en las investigaciones más grandes a nivel mundial que se han efectuado en la historia sobre hipertensión arterial.
Los resultados de estos estudios han demostrado que el telmisartan proporciona un potente control de la presión arterial durante 24 horas continuas, incluidas las primeras horas de la mañana, que son las más riesgosas, a diferencia de otros fármacos cuya protección alcanza sólo 15 horas dejando desprotegido al paciente en la horas cruciales de la madrugada.
Por otra parte, en la última Reunión de la Sociedad Europea de Hipertensión Arterial, se dieron a conocer los resultados del estudió clínico AMADEO, uno de los primeros estudios en comparar el potencial protector de telmisartan y losartan, los dos antihipertensivos más utilizados, en pacientes diabéticos con hipertensión arterial y nefropatía diabética, es decir, daño al riñón por diabetes. El telmisartan reduce la cantidad de proteína excretada en la orina causante del daño renal hasta en un 29% versus el 20% de losartan, lo que lo convierte en un antihipertensivo que, además de controlar la presión arterial, ofrece protección a los riñón evitando su daño.