Enfermedades emocionales sí afectan la salud de las personas.

Afecciones respiratorias, gástricas, dermatológicas o cardiacas, pueden ser secuelas de un desequilibrio emocional, padecimientos que se conocen como psicosomáticos; en México los presenta entre 10 y 40 por ciento de la población.

Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indican que, de forma eventual, las emociones pueden deteriorar la salud y generar, incluso, malestares físicos como: asma bronquial, resfriados, obesidad, úlcera gástrica, artritis reumatoide, dermatitis, e hipertensión arterial, que en realidad podrían tratarse de una manifestación a conflictos emotivos no resueltos.

La psiquiatra Lourdes López Sánchez, del Hospital General de Zona 2-A Troncoso, comentó que estas alteraciones orgánicas tienen una correlación con factores de orden psicológico que influyen de manera fundamental para que las personas demanden atención médica.

Las enfermedades psicosomáticas se agudizan durante periodos de estrés o ansiedad. Las más frecuentes observadas durante la consulta son: colitis, gastritis, reflujo, espasmos, diarrea, náuseas, dolor abdominal, asma, tos, hiperventilación, sofocación, sensación de ahogo, mareos, vértigo, taquicardia y dolor de espalda, acotó López Sánchez.

En lo que respecta a los factores desencadenantes, la psiquiatra del IMSS subrayó que en estos trastornos, que implican una acción de la psique sobre el cuerpo, las emociones, los acontecimientos estresantes, la depresión, angustia o sentimientos nocivos impactan directamente en la salud y la conducta.

Acentuó que es importante atender de manera terapéutica estos malestares de origen psicosomático, ya que frecuentemente conllevan a una sucesión de padecimientos que se convierten en un círculo vicioso; es decir, mientras persista el problema emocional continuará la dolencia física y, al estar enfermo, recae el estado de ánimo del paciente.

Por su parte, el doctor Guillermo Avelino Estorey, médico internista del mismo nosocomio, subrayó que en el Instituto el diagnóstico se realiza por medio de la historia clínica de cada derechohabiente.

Se hacen estudios médicos para descartar si el daño es de origen orgánico, se efectúan baterías de test psicométricos y un cuestionario psicológico para detectar si procede del estado de anímico.

Indicó que debido a que las dificultades personales y ambientales desempeñan un papel importante en la génesis del padecimiento, en el Seguro Social el tratamiento que se ofrece es integral.

El procedimiento considera un enfoque farmacológico y terapéutico que engloba los procesos somático, psíquico, social e individual. La atención médica de las enfermedades, según sea el caso, se realiza con medicamentos antidepresivos, ansiolíticos o antiestrés, así como terapia psicológica individual, de pareja o familiar, dependiendo de las necesidades de la persona.
Asimismo, Avelino Estorey explicó que frecuentemente se cofunden los problemas psicosomáticos con la hipocondria; sin embargo, en esencia se distinguen, ya que esta última es una creencia infundada y persistente de padecer alguna enfermedad, mientras que quien tiene una dolencia psicosomática presenta en verdad alteraciones físicas.

Finalmente, los médicos recomendaron acudir a las Unidades de Medicina Familiar (UMF) del IMSS para que se realice una evaluación integral, ya que factores como el estrés es posible que ocasionen una serie de manifestaciones en el organismo que pueden tratarse de manera oportuna, si son canalizados con los especialistas.

Acerca Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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