Muchas veces hemos escuchado la frase %u201Cel agua es una fuente de vida%u201D, por lo que su consumo es muy alentado para conservar la salud y lograr una %u201Cbuena figura%u201D, según algunas campañas publicitarias. La moda saludable recomienda %u201Cbeber al menos dos litros de agua al día%u201D.
Efectivamente, el consumo de agua es vital para los seres humanos, pero éste no debe darse en forma indiscriminada y mucho menos como parte de una simple moda impuesta por los comerciales de televisión. Como todo en al vida, hasta el consumo de algo tan simple como el agua tiene su medida.
De acuerdo con la nutrióloga Érika Rojas Rodríguez, adscrita al Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional %u201CSiglo XXI%u201D del IMSS, la cantidad de agua que se puede tomar debe ser proporcional al peso corporal. Un adulto debe consumir de 50 a 60 mililitros por cada kilogramo de peso; por ejemplo, quien pesa 70 kilos debe ingerir de dos litros a dos litros con cien mililitros de agua. Si esta persona practica algún deporte, la cantidad deberá aumentar en la medida en la que transpire, y entonces puede llegar a necesitar hasta tres o más litros. En el caso de los niños, el requerimiento de agua es de 35 mililitros por kilogramo de peso, en promedio.
Si se consume más agua de la que el cuerpo requiere, al orinar se pierden una serie de minerales valiosos, como sodio, potasio, magnesio, los cuales son arrastrados y eliminados por la orina, debido a que el organismo no tiene capacidad para guardar mucho agua.
La pérdida de estas sales, explicó la nutrióloga Rojas, puede causar complicaciones como presión arterial baja (en el caso de pérdida de potasio y magnesio), situación muy frecuente entre la población adolescente y joven, especialmente mujeres.
La especialista en nutrición resaltó el hecho de que entre las mujeres se ha convertido en una moda llevar en todo momento una botella de agua. %u201CMuchas jovencitas usan el agua para sustituir algún alimento del día, lo cual puede llevar al extremo de una anorexia-bulimia o a una severa desnutrición%u201D, advirtió.
Por otra parte, las famosas bebidas rehidratantes sólo deben ser consumidas por personas que practican deportes, ya que se recomiendan cuando se tiene una pérdida importante de líquidos en el cuerpo (como en el caso de la sudoración extrema, resultado de la práctica deportiva intensa).
Rojas Rodríguez hizo un llamado a nunca ingerir este tipo de bebidas como %u201Cagua de tiempo%u201D; las personas que así lo hacen (y que además no practican ningún deporte) sólo provocan una sobrecarga de la función renal.
En el caso de los refrescos, el daño a la salud es más grave, pues además de producir un exceso en el trabajo renal, las grandes cantidades de sodio y calorías que aportan favorecen la obesidad en las personas que los consumen.