Basados en un esquema nutricional adecuado, se puede evitar el sobrepeso u obesidad en los niños, a los que se debe educar desde esta etapa, para que adopten adecuados hábitos alimenticios que los lleven por una vida saludable, lo que además involucra a la familia y a la escuela porque son los dos ámbitos más importantes donde se desenvuelven; con ello se contribuye a que no desarrollen condiciones de riesgo importantes para enfermedades como diabetes, hipertensión arterial, cardiovasculares y hasta algunos tipos de cáncer, como son los de colon y páncreas.
La oficina auxiliar de la Coordinación Prevención y Atención a la Salud de la Jefatura de Prestaciones Médicas de la Delegación Regional Estado de México Oriente del IMSS, consideró que la obesidad puede propiciarse cuando al niño no se le da de desayunar en casa, ni se le prepara un refrigerio para la escuela, y se le da dinero para que decida qué productos comprar en la %u201Ctiendita%u201D de la escuela, sitio en el que normalmente se ofrece comida poco o nada nutritiva y alta en harinas y grasas.
México es actualmente el país número uno en cuanto a obesidad infantil, niños de cinco a 11 años de edad han registrado un incremento %u201Calarmante%u201D de 77%, los que presentan sobrepeso u obesidad, problemas de salud que pueden evitarse con dos sencillas medidas: tener una alimentación saludable y hacer ejercicio.
Explicó que a los menores se les debe inculcar el hábito de desayunar en casa -no durante el trayecto a la escuela-, con tiempo suficiente, sentados y en un ambiente tranquilo. Este alimento se puede conformar de un poco de carne o de queso panela o un huevo, acompañado con verdura, una tortilla, un vaso de leche y una fruta.
Asimismo, es recomendable que siempre se les prepare un refrigerio para comer durante el recreo, a fin de que no estén tantas horas sin alimento o evitar que consuman cualquier producto que les ofrezcan. Se sugiere que lleven: agua natural o de fruta, sin añadirle azúcar, una fruta entera o una verdura picada, como zanahoria, pepino, jícama, chayote o betabel).
La doctora Lorena Pedraza Silva dijo que el refrigerio constituye sólo el diez por ciento de los alimentos del día, por lo que debe ser ligero para que tampoco contribuya al desarrollo de sobrepeso u obesidad.
Si por causas de fuerza mayor, agregó el niño no puede desayunar, entonces se recomienda que lleve a la escuela un lunch; es decir, una comida más abundante, porque va a tratarse del primer alimento que consumirá después de toda la noche y parte de la mañana. Para ello, se sugiere preparar un sándwich de pan integral, sin mayonesa; untar frijoles en una rebanada y aguacate en la otra; poner un poco de queso panela y dos hojas de lechuga o un trozo de jitomate y agua.
Este esquema alimenticio se recomienda para menores de primaria -de seis a doce años de edad-, porque los preescolares por lo general toman sus alimentos en las guarderías, las cuales ofrecen esquemas adecuados de alimentación. En el caso de los adolescentes requieren cantidades y horarios diferentes, precisó la especialista del Seguro Social.
El niño que aprende a comer alimentos naturales, en cantidades necesarias para su edad, limpios y bien preparados que incluyan, entre otros, verduras, frutas, cereales, leguminosas, carne sin grasa y tortilla, difícilmente va a preferir comida %u201Cchatarra%u201D, aseguró. Si al contrario, la mayoría de los alimentos que consume son: pizzas, tortas, hamburguesas, tacos y refrescos, entonces se va a acostumbrar a ese tipo de comida.
Es importante que también se tengan establecidos horarios para la toma de cualquier alimento, el refrigerio (colación) de media tarde y la cena, puntualizó la doctora Pedraza Silva.