Mala nutrición causante de obesidad o desnutrición

Los niños con crecimiento restringido durante la gestación y los primeros dos años de vida y que posteriormente aumentan excesivamente de peso tienen mayor probabilidad de presión arterial alta, diabetes, enfermedades metabólicas y cardiovasculares en la edad adulta.

En cambio, no hay evidencia de que el aumento rápido de peso o estatura durante los primeros dos años de vida incremente el riesgo de enfermedades crónicas en el futuro, por lo que es posible reducir la incidencia de enfermedades crónicas mediante el fomento de la nutrición y promoción del crecimiento desde el nacimiento.

Señaló lo anterior el director adjunto del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Juan Rivera Dommarco, quien afirmó que la buena alimentación no requiere de una gran inversión económica, ya que se pueden consumir alimentos de temporada o que se cultivan en la localidad, no industrializados porque aumentan el costo.

 

En entrevista, sugirió combinar proteínas y aminoácidos mediante el consumo de productos de origen animal como pollo y pescado, leche de forma moderada; además de cereales y leguminosas como frijol y tortilla, que además de ser parte de nuestras raíces, aportan una gran cantidad de proteínas.

 

A los recién nacidos y hasta los seis meses de edad se les debe alimentar exclusivamente con leche materna, continuada por una lactancia prolongada hasta los dos años, combinada poco a poco con carne de res, pescado, pollo, que son ricos en hierro y zinc, y son nutrientes indispensables para el buen desarrollo del menor, así como frutas, verduras, cereales y leguminosas.

 

El investigador puntualizó que México enfrenta el problema de la mala nutrición, que se expresa por un lado con el sobrepeso y la obesidad y, por el otro, con un déficit de nutrientes que lleva a la desnutrición.

Dijo que la desnutrición en México disminuyó entre 1999 y 2006, especialmente entre los más pobres, como resultado de la focalización de los programas y acciones pertinentes.

Sin embargo, no se debe descuidar a la desnutrición porque cuando ocurre en la gestación y los dos primeros años de vida, afecta el estado de salud del niño, aumenta el riesgo de enfermedad y muerte, disminuye el desarrollo psicomotor y la capacidad de aprendizaje.

 Si el niño está desnutrido, añadió, repercute en un menor rendimiento escolar; en la adolescencia y edad adulta tiene menos capacidad de trabajo físico y de generar ingresos para su familia.

 

El director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud puntualizó que con el fin de evitar que el problema de desnutrición aumente, se diseñó el Programa de Ayuda Alimentaria (PAL) para atender a la población de escasos que no es beneficiaria de Oportunidades. El PAL incluye la papilla oportunidades para los niños a partir de seis meses de edad y la leche Liconsa después de que hayan cumplido un año.

Acerca Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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