En el Simposio XVII %u201CEstrategias de prevención de cáncer cervicouterino%u201D, moderado por el Dr. Jorge Salmerón, del Instituto Mexicano del Seguro Social, el Dr. Eduardo Franco, profesor y Director de la División de Epidemiología de Cáncer de la Universidad McGill, de Montreal, Canadá, habló de los mitos y realidades en la prevención del cáncer cervical a nivel mundial.
El experto inició su presentación señalando los principales resultados de los estudios de vacunación contra el virus del papiloma humano, entre ellos una alta eficacia (de más de 95%) en la prevención de infecciones incidentes y persistentes del VPH y de las lesiones precancerosas asociadas con este tipos en mujeres 15 a 26 años, una protección que no ha disminuido después de 6 años de seguimiento, altos niveles de anticuerpos neutralizantes entre los vacunados, una protección comparable entre mujeres y hombres mayores sin exposición previa, seguridad, eficacia y costo-beneficio de las vacunas, documentados por numerosas publicaciones revisadas por comités de pares en las principales revistas médicas, así como una de las bases de evidencias más fuertes en la prevención de enfermedades.
Posteriormente, mencionó los principales obstáculos que enfrenta la vacunación, como son el costo, que resulta inaccesible donde más se necesita; el activismo de los grupos religiosos y antivacunas, así como de %u201Cfalsos expertos” que están preocupados con los cambios en el paradigma de la prevención, o se oponen a las grandes compañías farmacéuticas; la falta de apoyo de algunos grupos profesionales y, de manera particular, los diferentes mitos que existen al respecto y que son difíciles de disipar, como son la inseguridad, el reemplazo de tipos, el miedo a que la vacunación connduzca a la promiscuidad, la persistente exigencia de que se debe demostrar la reducción de la incidencia de cánceres de cuello uterino, etc.
Respecto a tales mitos, el Dr. Franco los refutó uno a uno con numerosos argumentos, a saber: respecto al mito o argumento de que la vacunación es demasiado cara y resulta inaccesible donde más se necesita, señaló que existen programas de licitación pública que reducen los costos, y que históricamente, los precios disminuyen con el tiempo. Asimismo, explicó que la presión que ejerce la comunidad científica y de salud pública a las empresas de vacunas establece umbrales de asequibilidad, y que la competencia entre los fabricantes de vacunas llevará a una reducción de precios. Añadió que están en marcha estudios sobre esquemas simplificados que reducen las vacunas de tres a dos dosis y, con ello, el costo de las mismas.
Sobre el mito de que no hay datos sobre la duración a largo plazo de la protección de las vacunas, señaló que no hay ningún indicio de que la inmunidad se desvanezca antes de diez años, y que a pesar la protección después de la vacunación no ha disminuido.
Respecto al argumento de que la vacuna contra el VPH puede incitar a los adolescentes a tener relaciones sexuales sin protección, y conducir a la promiscuidad, aclaró que la vacuna no tuvo ningún efecto en las conductas de riesgo o en la incidencia de las ITS entre las personas vacunadas.
En cuanto al mito de que es más efectivo hacer pruebas de Papanicolaou, explicó que por cada caso de cáncer que se detecta, hay cerca de cien casos de anormalidades cervicales que requieren tratamiento o seguimiento estrecho.
En lo que se refiere a la idea de que la protección de las vacunas es limitada, ya que contienen solo dos tipos de VPH, señaló que la protección es contra los dos tipos más importantes de VPH, lo que se traduce en un porcentaje de prevención del 70% contra de todos los cánceres de cuello uterino.
Otro mito o argumento en contra de la vacuna contra el VPH es que no hay pruebas de que la vacunación puede reducir la incidencia de cáncer invasivo. A este respecto, afirmó que la ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia, y que hay eficacia en la prevención de neoplasias (cáncer) de alto grado.
En torno al mito de que no hay epidemia de cáncer de cuello uterino, mencionó que los costos de la morbilidad y la mortalidad asociadas al cáncer de cuello uterino son suficientemente importantes para justificar la acción
Finalmente, en lo que toca a la idea de que se necesita más investigación sobre la seguridad, indicó que los datos de seguridad se encuentran entre los mejor documentados de cualquier nueva vacuna, y que los datos más detallados solo puede obtenerse después de la implementación de la vacuna.
El Dr. Franco concluyó su intervención señalando que se cuenta con evidencia inequívoca y abundante a favor de estrategias basadas en la prevención del VPH, entre ellas la vacunación. Asimismo, aseguró que la aplicación de la vacunación universal evita la desigualdad y será más eficaz que la vacunación oportunista, además de que será posible hacer ajustes de políticas de salud cuando surjan nuevas evidencias de la vigilancia posvacunación.
Alertó a los profesionales de la salud a estar preparados para hacer frente a los argumentos en contra la vacunación contra el VPH, con base en hechos científicos.
Control de enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes, reto para la salud pública
Durante su participación en el Simposio %u201CEnfermedades infecciosas emergentes y reemergentes: magnitud e impacto en el bienestar poblacional%u201D, el Dr. Vicente Madrid Marina, Director de Infecciones Crónicas y Cáncer del Centro de Investigación Sobre Enfermedades Infecciosas (CISEI) del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), señaló que cerca del 80% de los nuevos pacientes infectados con el virus de la hepatitis C (VHC) desarrollan infección crónica, y entre el 10 y el 20% con infección crónica desarrollan cirrosis hepática (CH).
De acuerdo con el especialista del INSP, de las personas infectadas con dicho virus, entre 70 y 80% presenta hepatitis aguda asintomática, y solo entre el 15 y el 30% son curados; entre 70 y 83% desarrolla hepatitis crónica; 20%, CH, y 3% cáncer de hígado.
Tras advertir que los datos sobre prevalencia de VHC no han sido actualizados desde hace varios años, señaló que esta es de 1.7 en América Latina. Asimismo, el Dr. Madrid señaló que la hepatitis C constituye la tercera causa de muerte en nuestro país, donde la prevalencia es mayor en los estados del norte y en Morelos.
El investigador del CISEI finalizó su ponencia hablando del programa de detección oportuna elaborado por él y por el Dr. Carlos Conde (el siguiente orador del evento), por medio del cual se encuestó a 60 mil 355 pacientes del Instituto Mexicano del Seguro Social, 46% de los cuales (27 mil566) presentaron factores de riesgo tales como tener familiares con cirrosis CH (34%). %u201CLa prevalencia de infección por VHC crónica en México es de 1.5 y la tasa de mortalidad, de 40/100,000. Con el tiempo, la prevalencia de CH tiende a aumentar%u201D, concluyó.
Por su parte, el Dr. Carlos Conde, Subdirector de Prevención y Vigilancia en Enfermedades Infecciosas del mismo centro de investigación, habló sobre las dificultades que enfrenta el control de las infecciones de transmisión sexual (ITS), dada la vulnerabilidad que en la que se encuentran todos los seres humanos que inician actividad sexual.
Entre las fallas observadas en el control de las ITS, el investigador del INSP destacó la baja prioridad política que tienen estos padecimientos; la concentración de los esfuerzos de control en grupos sintomáticos; la estigmatización de la que son objeto quienes padecen estas enfermedades; los diagnósticos impreciso y tratamientos inadecuados; la carencia de un programa preventivo efectivo y uniforme, y la insuficiencia de actividades educativas de la población y el personal de salud.
Para hacer frente a esta problemática, es imprescindible la participación comunitaria, así como la prevención primaria a través de la educación (promoción de un comportamiento sexual más seguro, uso adecuado del condón y vacunación contra el Virus de la Hepatitis B y VPH) y la prevención secundaria a través de los servicios de salud (promoción de componentes de búsqueda del cuidado de la salud sexual; provisión de facilidades médicas accesibles y efectivas, y disponibilidad de consultorios de apoyo sicológico y consejería sobre VIH/ITS).
Para finalizar, el Dr. Conde habló de las contribuciones del INSP para el control de las ITS, destacando el estudio sobre seroprevalencia de VHS-2 (Virus del Herpes Simple 2) realizado en alumnos de preparatoria de Morelos, con una muestra de 751 estudiantes sexualmente activos. La prevalencia observada a través de este estudio fue de 11.3 %.
Más adelante, el Dr. Alfredo Ponce de León, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición %u201CSalvador Zubirán%u201D (INNSZ), habló de la relación que existe entre la diabetes mellitus (DM) y la tuberculosis (TB): %u201Cel paciente con DB se enferma de TB mucho más que quienes no padecen aquella enfermedad; el riesgo de desarrollar TB es 7 veces mayor en pacientes con DM%u201D.
El seminario sobre Enfermedades Infecciosas Emergentes concluyó con la participación de la Dra. Celia Mercedes Alpuche, del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (INDRE), quien habló de este tipo de padecimientos y de la multiplicidad de los factores involucrados en ellos, así como de la flexibilidad y el sustento en evidencia científica que deben tener los programas de salud desarrollados para su atención. %u201CLos programas de salud pública deben ser dinámicos y analíticos%u201D, finalizó.