Grave, ¡en verdad es grave la alta tasa de obesidad infantil!,
recalcan una y otra vez, los médicos expertos
en cardiología reunidos en el seminario para prevenir las
enfermedades cardiovasculares %u201CUn mundo, un hogar, un corazón%u201D en el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio
Chávez.
Los especialistas
alertaron que existen factores muy marcados que revelan la gravedad de la obesidad infantil en México, así como el aumento en hipertensión y diabetes
observados en consultas pediátricas, ya
que 16 por ciento de los jóvenes de entre 20 y 24 años presentan problemas de presión arterial alta.
Juan Verdejo
Paris, subdirector de Especialidades Médico-Quirúrgicas del Instituto Nacional de Cardiología, hizo hincapié en que a consecuencia del
sedentarismo y obesidad infantil en el país, los casos de hipertensión en niños
de 10 a 12 años de edad han ido aumentando en una forma alarmante.
Eduardo Meaney Mediolea, secretario de la Asociación Mexicana
para la Prevención de las Aterosclerosis y sus Complicaciones (AMPAC), indicó que lo hecho hasta hoy para prevenir estas
enfermedades ha sido insuficiente y precisó que hay que ir a la raíz del
problema fomentando los buenos hábitos
alimenticios y actividad física,
y que no sólo se queden con lineamientos
de alimentos prohibidos en la venta de escuela.
%u201CAhora los
pediatras también atiendan hipertensión esencial y diabetes Tipo II en los
niños%u201D.
%u201CHace falta que
es estas acciones participen
autoridades, legisladores y las propias familias, porque el incremento de
enfermedades como la hipertensión arterial, diabetes y trastornos que afectan a
las arterias, como colesterol, son causantes de enfermedades que matan a los niños
y a toda la población en los mexicanos.
“Estereotipos,
algunas alteraciones genéticas, pero sin duda alguna por el tipo de
alimentación que ahora tenemos, crean el ambiente propicio para la obesidad y
el sobrepeso “, remató Meaney Mediolea.
Para tratar de
frente estos problemas, los cardiólogos reunidos en este foro recomendaron comenzar a
fomentar en los pequeños hábitos saludables, como comer sanamente con gran
cantidad de frutas y verduras, dejándose a un lado platillos con altos
contenidos de grasa y obviamente los productos chatarra. Así como fomentar y predicar con el ejemplo las actividades físicas, pues se ha demostrado que
el sedentarismo, provocado por pasar varias horas del día frente a la
televisión o la computadora, como es ya
habitual en los jóvenes y menores son
unos de los principales factores para desarrollar hipertensión y obesidad.