Es evidente que en México, el Sistema Nacional de Salud ha
ido evolucionando, permitiendo que cada vez más mexicanos tengan acceso a
servicios de salud pública de manera oportuna e integral, con el objetivo de
elevar la calidad de vida de las familias y ampliar sus oportunidades para
acceder a un desarrollo humano pleno.
Sin embargo, aunque nuestro sistema se ha ido transformando
gracias a la implementación de políticas públicas cada vez más efectivas, aún
quedan algunos rubros por atender de manera integral como es el acceso
universal a tratamientos para padecimientos crónico-degenerativos como la
Enfermedad Renal Crónica (ERC), los cuales generan un incremento sustancial en
la demanda de donación y trasplante de órganos.
La Red Estratégica de Servicios de Salud contra la
Enfermedad Renal Crónica en México, ha reportado que alrededor de 7.5 millones
de personas presentan algún tipo de
insuficiencia renal, de los cuales 129 mil pacientes presentan Enfermedad Renal
Crónica (ERC) en los estadios 4 y 5, es decir en etapas avanzadas o terminales.
Cada año se suman más de 100 mil personas debido a que las enfermedades renales
se asocian, principalmente, a padecimientos altamente frecuentes en nuestra
población como son la diabetes mellitus, la hipertensión arterial y la
obesidad.
Aunado a esta patológica crónico-degenerativa, por sólo
mencionar una, el escenario se complica ante la falta de programas integrales
que permitan incrementar, de manera sustancial, la donación cadavérica. Es
decir, programas integrales que, de manera articulada, desarrollen acciones de
coordinación interinstitucional, dotación de infraestructura hospitalaria para
el traslado de órganos, procuración de órganos, así como el fomento a la
cultura de la donación durante la muerte.
Pero, ¿cuál es la situación actual frente a este tema de
salud pública? Para entender el problema de la donación cadavérica es
importante analizar algunos datos duros que revelan la ausencia de un Programa
Integral de Donación y Trasplante de Órganos.
En México la tasa de donación cadavérica es 2.9 personas por
millón de habitantes (PMH). Esta cifra
es verdaderamente reveladora, ya que significa que sólo 10 estados de la
República Mexicana aportan el 79.8 por ciento del total de donaciones por
muerte encefálica en tan sólo un año.
Un total de 12 entidades tienen dos o menos donaciones por
muerte encefálica cada año y aunado a este hecho, 7 estados carecen de esta
actividad. En toda la República Mexicana un total de 14 hospitales aportan el
54% de las donaciones por muerte encefálica. Está situación genera que no haya
trasplantes de órganos, ya que el proceso natural se ve afectado ante la falta
de donaciones cadavéricas.
Actualmente, la Secretaría de Salud del Gobierno Federal
opera y dirige un total de 199 Programas de Trasplante Renal y, todos,
promedian un total de 11.28 trasplantes por año; existen 50 Programas de
Hígado, los cuales promedian 1.92
trasplantes al año; además de 37 Programas de Corazón con un total de 15
trasplantes durante este 2011.
En resumen, sólo 7 estados de la República Mexicana, generan
el 73% de los trasplantes renales.
Para saber más: http://accionesale.org/2011/septiembre/