En estas vacaciones escolares donde los niños conviven por más tiempo con sus padres en su hogar es importante que aprovechen la oportunidad para practicar con sus hijos una correcta educación alimentaria, que los prevenga de enfermedades como diabetes e hipertensión arterial.
Durante el periodo vacacional, los padres tienen la oportunidad de evitarles el consumo de la comida chatarra y el refresco, por alimentos nutricionales, basados en un esquema nutricional adecuado, se puede evitar el sobrepeso y por consiguiente la obesidad en los niños, a los que se les debe de orientar permanentemente, para que adopten adecuados hábitos alimenticios que los lleven por una vida saludable.
Los especialistas médicos y nutriólogos de la Coordinación de Prevención y Atención a la Salud de la Jefatura de Prestaciones Médicas de la Delegación Regional del Estado de México Oriente del IMSS sugieren que la participación de los padres es valiosa y esencial, porque orientan debidamente a sus hijos, que deben de comer de manera nutritiva y sanamente.
Con ello, se contribuye a que no desarrollen condiciones de riesgo para contraer enfermedades como diabetes, hipertensión arterial, cardiovasculares y hasta algunos tipos de cáncer, como los de colon y páncreas.
A los menores se les debe inculcar el hábito de desayunar en casa con tiempo suficiente, sentados y en un ambiente tranquilo. Este primer alimento puede estar integrado de carne, queso panela o un huevo, acompañado de verdura, una tortilla, un vaso de leche y una fruta.
Es recomendable que a media mañana se les prepare un refrigerio para comer, a fin de que no estén tantas horas sin alimento o evitar que consuman cualquier fritura. Se sugiere proporcionarles agua natural o de fruta, sin añadirle azúcar, una fruta entera o verdura picada, como zanahoria, pepino, jícama, chayote o betabel, un sándwich de pan integral, sin mayonesa; untar frijoles en una rebanada y aguacate en la otra; poner un poco de queso panela y dos hojas de lechuga o un trozo de jitomate y agua.
Este esquema alimenticio se recomienda para menores de seis a doce años de edad.