Un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Medicina Genómica (INMEGEN) y del Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez” encontró un vínculo en mujeres que consumen grandes cantidades de fructosa y poseen una variante del gen ABCA1 que podría contribuir al desarrollo de diabetes.
La encargada del proyecto, la Dra. María Teresa Villarreal Molina, destacó que existen variantes en dos genes (ABCA1 y Adiponutrina) que son frecuentes en la población mexicana, que están involucradas con la resistencia a insulina y obesidad.
Parece existir una vínculo entre la variante del gen ABCA1 y el consumo en exceso de la fructosa, que es una azúcar natural encontrada en varias frutas dulces y en la miel, y se añade en altas cantidades a varios productos como los refrescos embotellados.
De acuerdo con datos de la Secretaria de Salud, del total de la población mexicana que padece diabetes, el 60 por ciento son mujeres y el 40 por ciento hombres.
El estudio se concentró en analizar el ADN de muestras sanguíneas de pacientes del Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez.”, para saber si tenían variantes metabólicas de riesgo en los genes Adiponutrina y ABCA1. Asimismo se les realizo un cuestionario nutricional para evaluar su ingesta de alimentos y saber cuánta fructosa consumían al día.
Los resultados indicaron que en individuos mexicanos que tienen la variante en el gen adiponutrina es moderado el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina, aunque consuman elevadas dosis de fructosa.
Las personas que tienen la variante en el gen ABCA1, en especifico las mujeres, y que consumen grandes cantidades de fructosa, su riesgo aumenta significativamente.
Otro descubrimiento de la investigación fue que las mujeres que tienen esta variante genética a mayor consumo de fructosa almacenan más grasa abdominal visceral que incrementa el problema metabólico.
Actualmente, la investigación se encuentra en fase de análisis. La especialista del Instituto Nacional de Medicina Genómica destacó que este estudio podría ayudar a identificar pacientes que podrían beneficiarse al recomendarles limitar el consumo de fructosa para evitar desarrollar la enfermedad.