Esta falta de actividad puede tener graves consecuencias para la salud, desde lesiones musculares y articulares, así como problemas digestivos y obesidad hasta padecimientos crónicos como hipertensión arterial, diabetes mellitus, colesterol alto en sangre y todas las complicaciones que estas enfermedades producen, como angina de pecho, infarto cardiaco, enfermedad cerebro vascular o insuficiencia renal.
Guillermo Espinosa Fuentes, coordinador de Enseñanza e Investigación de la Unidad de Medicina Familiar 222 de la Delegación Estado de México Poniente del Instituto Mexicano del Seguro Social, indicó que la automatización de procesos y el acceso a tecnologías han contribuido a que cada vez más personas asuman una actitud pasiva para realizar labores esenciales en casa, en el ámbito de trabajo y en la convivencia social, elevando riesgos de padecer daños a la salud.
Indicó que el ejercicio o la práctica continua de un deporte tiene importantes beneficios para la salud física y emocional, pues se fortalece el sistema músculo esquelético, el sistema circulatorio favoreciendo la coagulación sanguínea, aumentando la frecuencia cardiaca ejercitando los músculos del corazón.
Agregó que otro beneficio es la mejora en la confianza, la autoestima y la imagen personal; disminuyen la ansiedad y protegen contra la depresión; ayudan a dejar de fumar y a disminuir el sobrepeso, reduciendo también el riesgo de desarrollar patologías asociadas con el exceso de kilos, las cuales se han convertido en problemas de salud mundial.
El sedentarismo hace que gradualmente se pierda la capacidad de realizar acciones que requieren esfuerzo físico y, consecuentemente, los músculos tienen menor fuerza, resistencia y flexibilidad, las actividades diarias se vuelven cada vez más difíciles; y hay casos extremos que incluso se les dificulta la respiración.
Por lo anterior, el médico del IMSS Estado de México Poniente sugiere sencillos cambios que facilitarán la incorporación paulatina del ejercicio en la vida diaria, como usar las escaleras en vez del elevador, estacionar el auto lejos de la entrada del supermercado, desplazarse caminando en distancias cortas que realmente no necesitan uso de transporte y por cada hora que se permanece sentado hay que levantarse cinco minutos y flexionar las piernas, pies, brazos, manos y cuello. También es ideal incorporar caminatas de entre 20 y 30 minutos diariamente.