Rumbo al quirófano

La noticia de que necesita una cirugía puede suscitar varios interrogantes y mucha ansiedad. Aparte de los detalles sobre la enfermedad misma y las alternativas de tratamiento, ¿qué más se debe preguntar al cirujano antes de la operación? El Dr. Robert Cima, cirujano de colon y recto, además de director del subcomité para calidad quirúrgica de Mayo Clinic, responde todo lo que se necesite saber para quedarse tranquilo con las decisiones tomadas para la atención médica.

“Usted es quien debe saber qué tipo de procedimiento encaja dentro de su vida y la de su familia, y cuándo realizarlo. Por ello, es importante que usted se sienta cómodo preguntando al cirujano si esta es la mejor opción, si existen otras alternativas y si este es el mejor lugar para hacerlo. Es su cuerpo, es su enfermedad, y no debe incomodarle hacer preguntas antes de meterse en algo tan grande como una cirugía”, comenta el Dr. Cima.

El médico de la Mayo sugiere invitar a los familiares o amigos que participen en su recuperación a acompañarlo y preguntar lo que deseen saber. Además, propone añadir las siguientes cinco preguntas a la lista:

¿Tiene usted la certificación de un colegio médico para realizar este procedimiento?

La certificación del colegio médico es un tipo de credencial que los médicos obtienen, además de la licencia del estado para ejercer medicina, y en el caso de los cirujanos, significa que están capacitados para realizar un tipo particular de operación, como una cirugía cardiovascular.

“La institución médica y el organismo nacional de esa especialidad reconocen que el médico cumple con todas las normas importantes para practicar la profesión, que es competente y cuenta con la debida formación”, explica el Dr. Cima, certificado por los colegios médicos de cirugía general y cirugía de colon y recto.

A fin de obtener la certificación, los médicos presentan información sobre sus casos y se revisan los resultados obtenidos. Como parte del esfuerzo nacional por mejorar la atención médica, muchos colegios médicos ahora requieren volver a certificarse cada tres o cuatro años, en algunos casos, a fin de que los cirujanos mantengan su destreza y demuestren que avanzan en su conocimiento, anota el Dr. Cima.

“La certificación sirve para distinguir a quien la tiene como un médico comprometido a ofrecer cuidados de alta calidad, que también intenta permanecer dentro de su especialidad al corriente de los cambios en la atención de la salud”, añade. 

¿Valdría la pena que perdiese peso antes de la operación?

La obesidad es un factor de riesgo para casi toda complicación importante después de una cirugía. En el caso de los pacientes quirúrgicos, es mejor mantener un peso sano, acota el Dr. Cima.

Por lo general, las personas que necesitan una operación suelen tener dificultad para hacer ejercicio, especialmente quienes esperan someterse a un reemplazo de rodilla o cadera; no obstante, consulte con el equipo de atención médica para descubrir algún método seguro de hacerlo. Tan importante como quemar calorías puede ser fortalecer los músculos, lo que a veces se conoce como “pre-habilitación” e incluye metas tales como reforzar gradualmente los brazos y la capacidad de agarre en los ancianos.

“Igual que los atletas, uno rinde mejor cuando está en mejor forma y es más fuerte”, dice el Dr. Cima. “La cirugía es un evento grande, una lesión fisiológica, y es preciso que el cuerpo responda ante ella”.

Aparte de esforzarse por alcanzar un peso sano, vale la pena alimentarse mejor antes de la cirugía, ingiriendo más proteína y disminuyendo las grasas, el azúcar y la sal. En las personas que padecen diabetes, es fundamental lograr que la glucemia esté bajo control antes de la cirugía, explica el Dr. Cima.

¿Importa que fume?

Fumar es un factor de riesgo para muchas complicaciones quirúrgicas, tales como infecciones, recuperación lenta, pulmonía y problemas cardiovasculares, comenta el Dr. Cima. Es bueno dejar de fumar incluso dos semanas o un mes antes de la cirugía, la misma que puede servir de motivación y brindar una oportunidad para intentar dejar el hábito. Mayo cuenta con un programa para dejar de fumar, especialmente creado para pacientes quirúrgicos.

“Desgraciadamente, el hábito de fumar repercute negativamente sobre casi todos los procedimientos quirúrgicos estudiados. La nicotina y muchos componentes del humo del tabaco constriñen los vasos sanguíneos pequeños, que deben estar abiertos para transportar la sangre hasta la herida”, señala el Dr. Cima.

Fumar un cigarrillo a hurtadillas antes de la cirugía puede derivar en la cancelación de la misma. En algunos procedimientos, tales como la cirugía plástica reconstructiva con injertos de piel, la nicotina aumenta tanto el riesgo de un mal resultado quirúrgico que Mayo Clinic realiza un examen para detectar nicotina el día anterior a la operación, y si el resultado es positivo, la cirugía se cancela hasta que el paciente no tenga nicotina en su organismo.

¿Es un problema tener apnea del sueño?

En los pacientes quirúrgicos de más edad, hasta 1 de cada 5 padece apnea obstructiva del sueño y dicho trastorno respiratorio se vincula con tasas mayores de complicaciones postquirúrgicas. Si usted padece apnea del sueño, informe al cirujano al respecto. Si recibe tratamiento con el aparato para presión positiva continua sobre las vías respiratorias, tráigalo consigo al hospital; y si corre alto riesgo de padecer apnea del sueño o le preocupa el asunto, solicite que le realicen un examen antes de la operación.

“A muchas instituciones médicas, entre ellas Mayo Clinic, actualmente les preocupa tanto el asunto de la apnea del sueño que realizan exámenes para detectarla en la sala de recuperación, poco después de la operación”, anota el Dr. Cima. “En ciertos pacientes que corren alto riesgo de padecer apnea del sueño no diagnosticada, aquí se implementan protocolos para ingresarlos una noche a un área de cuidados más intensos a fin de observarlos, o se los evalúa en el hospital para intervenir pronto”.

¿Hay algo que pueda hacer para acortar mi estadía en el hospital?

El equipo médico y el paciente pueden tomar varias medidas con la intención de evitar complicaciones que potencialmente llevarían a prolongar la estadía en el hospital. Una infección en la herida es una de las principales causas prevenibles que prolongan la hospitalización: un estudio realizado por Mayo sobre la cirugía colorrectal descubrió que tan sólo con solicitar a los pacientes que tomen una ducha con un desinfectante antiséptico la víspera y el día de la operación se reduce el riesgo de infección. 

“Lo más importante para el paciente es presentarse en el mejor estado posible, lo que significa haber perdido peso o ganado masa muscular, haber controlado bien la diabetes y saber que los niveles de glucemia se encuentran estables. Además, significa que, dentro de lo posible, se disminuyó el cigarrillo o se dejó de fumar”, dice el Dr. Cima.

Un procedimiento de invasión mínima con un tiempo de recuperación más corto podría ser una opción. Los médicos también han reconsiderado ciertas prácticas, tales como no administrar alimentos a los pacientes y confinarlos a la cama durante un día o más después de la cirugía, y ahora se los alimenta la misma noche de la cirugía; gracias a otras mejoras, como menor uso de sondas y nuevos métodos para controlar el dolor que restringen o eliminan la necesidad de opioides, muchos pacientes pueden levantarse y andar con la ayuda del personal de enfermería la noche de la cirugía, añade el Dr. Cima.

“La intención es que el cuerpo recupere la normalidad lo antes posible”, concluye el Dr. Cima.

Acerca Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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