El 50% de las mujeres que se sometieron a un tratamiento de fertilidad cree que la experiencia fue dura y negativa, según una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y que será publicada en la revista ‘OCU-Salud’ del mes de abril.
Así, la encuesta realizada a más de mil españolas de entre 25 y 44 años y a 135 hombres, revela que una de cada 10 españolas ha logrado alguno de sus embarazos gracias a un tratamiento de fertilidad; además un 7% de los españoles de entre 25 y 44 años declaró haber tardado más de 12 meses en conseguir un embarazo.
Según la OCU, esta investigación, que tiene como objetivo de tomar el pulso a los problemas de fertilidad en España, ha demostrado que las técnicas de reproducción asistida pueden llegar a tener un alto coste psicológico, económico, físico o laboral.
La OCU preguntó a las encuestadas sobre la causa de sus problemas de fertilidad, y, teniendo en cuenta las respuestas, la mitad de ellas indicó que se debe a disfunciones en su aparato reproductor o en el de su pareja; un 7% aludió a factores psicológicos; un 3% a la obesidad y un 40% admitió que desconocen la causa.
Por otra parte, el 83% de las mujeres encuestadas visitó al médico para averiguar las causas de la esterilidad aunque sólo el 57% fue acompañada de su pareja. Una de cada cuatro entrevistadas declara que ni ellas ni sus parejas se han hecho aún ninguna prueba y otro 29% que aún no conoce el diagnóstico. Entre las que sí lo conocen, el diagnóstico más frecuente fue la falta de ovulación u ovulación irregular (17%) y baja movilidad del esperma (23%).
Centros privados
De las mujeres con problemas de esterilidad que se sometieron a algún tratamiento de fertilidad (53%) tres de cada cuatro lo hicieron en centros privados, ya que “en España la demanda supera a la oferta de recursos públicos para abordar los temas de fertilidad”. Los tres tratamientos a los que más han recurrido los españoles han sido la inseminación artificial, la inducción farmacológica y la fecundación ‘in vitro’.
Por otra parte, se demostró que muchas mujeres se sienten incómodas y viven las pruebas diagnósticas y los tratamientos con mucho estrés. Así, la mayoría reconoció que el tiempo de espera entre las consultas se hace difícil de soportar; un tercio de las encuestadas se queja de que los profesionales que las atendieron mostraron poca empatía o comprensión con sus sentimientos; y 7 de cada 10 lamentó la falta de información.
No obstante, una de cada 10 encuestadas logró alguno de sus embarazos gracias a un tratamiento de fertilidad. El porcentaje de éxito fue superior entre quienes tuvieron un bebé tras un tratamiento en un centro privado (58%) que entre las que siguieron el tratamiento en un centro público (32%).
Sin embargo, no todos los embarazos fueron sencillos, el 43% de las mujeres sometidas a un tratamiento de fertilidad indicó que habían sufrido algunas de las complicaciones que suelen ir aparejadas a éstos.