Estos males se han convertido en un problema de salud pública, advierte Juan Daniel Rodríguez Choreño, investigador del Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud (CICS), Unidad Santo Tomás, del Instituto Politécnico Nacional
El sobrepeso y la obesidad son un problema de salud pública en nuestro país que en breve podría ser inmanejable por el sector salud, porque no existen clínicas especializadas para su tratamiento y sólo se atiende a quienes presentan consecuencias, es decir, a los que padecen hipertensión y diabetes mellitus, advirtió Juan Daniel Rodríguez Choreño, investigador del Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud (CICS), Unidad Santo Tomás del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Citó que en México, uno de cada cuatro niños muestra algún grado de obesidad; uno de cada 3 adolescentes presenta este mal; uno de cada dos adultos jóvenes también lo padece y, en personas mayores de 40 años de edad, 70 por ciento sufre ésta enfermedad.
Rodríguez Choreño expuso que nuestro país ocupa el primer lugar a nivel mundial en obesidad infantil, como resultado de malos hábitos en la ingesta de comida que no nutre, pero sí incrementa el peso, %u201Cy de no revertirse este proceso, cuando estos infantes tengan alrededor de 20 años de edad pueden presentar principios de enfermedades características en adultos, como la diabetes, hipertensión y colesterol elevado, así como problemas cardiovasculares, como se reporta con más frecuencia entre la población joven%u201D.
El investigador politécnico señaló que en la vida urbana el problema se acentúa, toda vez que las personas han dejado de realizar ejercicio e ingieren lo que se conoce como %u201Ccomida chatarra%u201D.
Ante ello, recomendó que se realicen campañas para informar a la población sobre los productos que contienen carbohidratos de absorción lenta, a fin de medir su consumo. Algunos de ellos, son: pan, papa, pasta, caramelos, chocolates, galletas, tortas, cremas y crepas, entre otras.
También propuso que las personas de cualquier edad caminen 30 minutos diarios e incorporen a su dieta el consumo de verduras y frutas con jugo, como las uvas o la naranja, que contienen vitaminas que actúan como antioxidantes. Sugirió ingerir nopal porque evita la absorción de sodio, de glucosa y colesterol.
El maestro Rodríguez Choreño aseguró que siempre será más importante la medicina de prevención que la medicina de tratamiento, %u201Cpor lo que la alimentación tiene que estar bien cuidada, preferentemente bajo recomendación médica%u201D.
Al referirse a los métodos para bajar de peso en forma rápida, advirtió que son perniciosos para la salud porque, aun cuando efectivamente se reduce el peso, el cuerpo se descompensa por la restricción calórica y tiende a recuperar su nivel, produciendo necesariamente un aumento.
Dijo que el problema de obesidad es multifactorial y los tratamientos tienen que ser integrales. Indicó que se trabaja con la Escuela Superior de Medicina del IPN para integrar variables de análisis del sobrepeso y la obesidad, mediante un estudio de tipo experimental, farmacológico, con aplicación de la medicina del deporte y con tratamientos grupales de corte cognitivo conductual, para que el paciente aborde eficazmente temas en torno a sus creencias, a la concepción sobre sí mismo, del mundo, de la alimentación y un replanteamiento en torno a lo que piensa.
Rodríguez Choreño insistió en que es necesario que las empresas que venden alimentos informen adecuadamente sobre el contenido de carbohidratos de sus productos y, al mismo tiempo, se promueva una alimentación balanceada entre la población infantil y en las escuelas.