Los ataques al corazón son la segunda causa de muerte en México, el 30 y 50 por ciento de pacientes mueren por este padecimiento, por tal motivo es necesario reducir factores de riesgos modificables, señaló el doctor Ramón Armando Sánchez Tamayo, coordinador de Donación y Transplantes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de la Delegación Regional Estado de México Oriente.
%u201CEl 50 por ciento de los dolores de pecho en los servicios de urgencias son por infarto agudo al miocardio, cuyo término hace referencia a un riesgo sanguíneo insuficiente en una parte del corazón producido por una obstrucción en una de las arterias coronarias, que a su vez provoca la angina de pecho, que si se atiende oportunamente puede evitar la muerte del tejido cardíaco y así, el infarto%u201D, explicó el doctor.
Un infarto es conocido también como una %u201Cmanifestación silenciosa%u201D, debido a que provoca una muerte súbita, generalmente en personas con altos niveles de colesterol, hipertensión y tabaquismo, aseguró el médico internista del Instituto.
%u201CEl índice mayor se encuentra en la población masculina de más de 35 años%u201D, apuntó Sánchez Tamayo, quien aseguró es muy raro la presencia de un infarto en mujeres en edad fértil, que por lo contrario, en las mayores de 45 años, o con menopausia, se debe vigilar con exámenes puntuales para prevenir un ataque al miocardio.
Los factores de riesgo modificables son: el tabaquismo, hipertensión arterial y la diabetes mellitus, mientras que los menores son la obesidad y la inactividad física, señaló el especialista, quien mencionó el cuadro clínico del síndrome coronario agudo: %u201CLos síntomas son dolor en el pecho; en la cara interna del brazo y en cuello; dificultad respiratoria; sensación de náusea o vómito, sudoración y palidez%u201D.
Asimismo, el dolor en el pecho es opresivo, %u201Ces un dolor mal definido que muchos lo definen como si una plancha los oprimiera%u201D, señaló Sánchez Tamayo, quien exhortó a la población acudir a las unidades médicas para que reciban atención oportuna así como la valoración clínica de un experto.
Ante la presencia de estos cuadros clínicos, abundó, el médico administra morfina, oxígeno, nitroglicerina y aspirina con el fin de evitar un infarto, posteriormente se procede a cumplir con el tratamiento el cual consta de una evaluación de los signos vitales, un constante monitoreo cardíaco, examen de muestras sanguíneas y electrocardiogramas por lo menos una vez año.
Es importante destacar que, a través de los programas preventivos del IMSS, como el PREVENIMSS, se pueden detectar a tiempo los principales síntomas de riesgos como lo son la elevación de colesterol, la obesidad, (en hombres, la cintura no debe medir más de 100 cm y en mujeres no más de 90 cm), así como también los exámenes de glucosa para descartar la diabetes mellitus, una de las principales causas de infarto en la población.