Si hace unas décadas la población mexicana adoptó rápidamente como suyos los alimentos de bajo nivel nutricional y comida rápida, también se podría adaptar al paladar y al organismo a tener hábitos alimenticios más sanos, y así frenar el aumento en los índices de obesidad.
Si bien el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria está diseñado para disminuir la obesidad y sobrepeso infantil, teniendo como bandera principal eliminar alimentos denominados %u201Cchatarra%u201D de los planteles escolares, lo que se requiere es de un abordaje compartido con los padres de familia.
Si bien el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria está diseñado para disminuir la obesidad y sobrepeso infantil, teniendo como bandera principal eliminar alimentos denominados %u201Cchatarra%u201D de los planteles escolares, lo que se requiere es de un abordaje compartido con los padres de familia.
El coordinador del programa de Diabetes, Hipertensión y Obesidad de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), Alberto Ocampo Chavarría, refiere que se trata de un trabajo de cultura y educación a la sociedad mexicana, que podría repercutir positivamente en una mejor salud.
Asegura que el organismo se va a acostumbrando a ciertos sabores con el paso de los años, y se busca que el niño y adolescente, sobre todo, comience a comer otros alimentos más sanos.
%u201CEs un proceso de cambio a veces a largo plazo, pero sí se puede; así como la sociedad se acostumbró a comer alimentos no adecuados saludablemente hablando, al organismo también se puede %u2018educar%u2019 para que vuelva a retomar y aprenda hábitos saludables%u201D.
Se estima que 90% de los niños con obesidad o sobrepeso tiene padres pasados de peso u obesos. Entonces, el problema empieza desde las familias, que al no poner un ejemplo de padres a hijos, es más difícil que los hábitos se adquieran con personas y lugares ajenos.
%u201CSi los papás no hacen ejercicio, los niños tampoco%u201D, advierte el médico.
Así como en el hogar se enseñan valores como la honradez, la honestidad y la responsabilidad, se debe inculcar una vida saludable, con mejores hábitos alimenticios y actividad física, para que los niños crezcan con esa idea.
%u201CSi yo como padre de familia llevo una buena alimentación, ten por seguro que mi hijo va a imitar o va a arremedar este tipo de hábitos; pero si se consumen muchas bebidas azucaradas, muchos productos hipercalóricos, ten por seguro que mi hijo es lo primero que va a hacer%u201D.
Asegura que el organismo se va a acostumbrando a ciertos sabores con el paso de los años, y se busca que el niño y adolescente, sobre todo, comience a comer otros alimentos más sanos.
%u201CEs un proceso de cambio a veces a largo plazo, pero sí se puede; así como la sociedad se acostumbró a comer alimentos no adecuados saludablemente hablando, al organismo también se puede %u2018educar%u2019 para que vuelva a retomar y aprenda hábitos saludables%u201D.
Se estima que 90% de los niños con obesidad o sobrepeso tiene padres pasados de peso u obesos. Entonces, el problema empieza desde las familias, que al no poner un ejemplo de padres a hijos, es más difícil que los hábitos se adquieran con personas y lugares ajenos.
%u201CSi los papás no hacen ejercicio, los niños tampoco%u201D, advierte el médico.
Así como en el hogar se enseñan valores como la honradez, la honestidad y la responsabilidad, se debe inculcar una vida saludable, con mejores hábitos alimenticios y actividad física, para que los niños crezcan con esa idea.
%u201CSi yo como padre de familia llevo una buena alimentación, ten por seguro que mi hijo va a imitar o va a arremedar este tipo de hábitos; pero si se consumen muchas bebidas azucaradas, muchos productos hipercalóricos, ten por seguro que mi hijo es lo primero que va a hacer%u201D.