Bajos niveles de estrés y un sueño saludable favorecen la pérdida de peso, afirman investigadores en un reciente estudio que publica la más reciente edición de la International Journal of Obesity.
Con un seguimiento de seis meses, la investigación demostró que menores niveles de estrés predecían mayor pérdida de peso, explicó Neil Stanley, uno de las autores, del Centro Kaiser Permanente para la Salud en Estados Unidos.
En los métodos de investigación, los especialistas sometieron a unas 500 personas obesas a una dieta de igual cantidad de calorías, sesiones de ejercicios y terapias de grupo.
Comer menos y moverse más, esas son las recomendaciones, señaló Stanley. Pero también hay que dormir bien. El manejo adecuado de los niveles de estrés y de los patrones de sueño de las personas puede ayudar en la batalla contra la obesidad, añadió.
Enfermedad crónica originada por muchas causas y con numerosas complicaciones, la obesidad se caracteriza por el exceso de grasa en el organismo y se presenta cuando el índice de masa corporal en el adulto es mayor de 30 kilogramos por metros cuadrados, según la Organización Mundial de la Salud.
Es un factor de riesgo conocido para enfermedades crónicas como cardíacas, diabetes, hipertensión arterial, ictus y algunas formas de cáncer.