Por Keith Ayoob, EdD, RD, miembro de la Junta Asesora Científica del Global Stevia Institute
La obesidad continúa siendo una gran preocupación en lo
que respecta a la salud en todo el mundo. Tanto los consumidores como los
profesionales de la salud están buscando soluciones para reducir las calorías y
contribuir al control del peso. A pesar de que muchos hayan argumentado que las
comidas y las bebidas con endulzantes calóricos son una de las causas del
exceso de calorías, la realidad es que los humanos nacen con un gusto especial
por lo dulce. Sería poco realista pensar que podremos renunciar al placer de
los sabores dulces. Veo esto repetidas veces en mi profesión, el ayudar a que
las familias traten estos asuntos relacionados con el sobrepeso y la obesidad.
Juntos luchamos para conseguir esos pequeños pasos hacia el camino de una mejor
nutrición.
La industria
alimenticia ha apoyado esta demanda por productos dulces sin calorías. Un
desafío aún mayor fue buscar la manera de reemplazar los otros beneficios
funcionales (más allá del sabor dulce) que tiene el azúcar. Es por esto que a
menudo notamos que los productos horneados con menor contenido de azúcar, por
ejemplo, tienen una textura menos llamativa y un aspecto menos atractivo. Los
postres helados sin agregados de azúcar generalmente se sienten diferentes en
la boca. Estas comidas no satisfacen las expectativas de los consumidores y, lo
que es más importante, pueden hacer que crean que la salud y el sabor no pueden
ir de la mano.
Ventaja de sabor de una
mezcla: %u201Cla sinergia de lo dulce%u201D
La disponibilidad de las mezclas de azúcar y stevia o de
stevia con otros endulzantes naturales bajos en calorías puede ayudar a cambiar
esta situación. El cambio hacia las mezclas de endulzantes nutritivos
(calóricos) y no nutritivos (no calóricos) da como resultado comidas y bebidas
que tienen un contenido intermedio de calorías y presentan un perfil que
integra el dulzor y el sabor deseados, además de hacer que el consumidor pueda
experimentar la sensación en toda la boca. En la década pasada se ha trabajado mucho en la
búsqueda del mejor perfil de sabores con una posible mezcla de dos endulzantes
simples en lugar de un conjunto complejo de varias opciones. El sinergismo entre los endulzantes puede ayudar a los
consumidores, como mis pacientes, a dar esos pequeños pasos que necesitan para
comenzar a controlar su peso.
Por ejemplo, el rebaudiósido A (Reb A, extracto dulce de
la planta de la stevia) demuestra una excelente sinergia con otros endulzantes
naturales como la fructosa y la sacarosa (azúcar de mesa). Los beneficios
tangibles de la incorporación de la stevia a las fórmulas de recetas ya
existentes son varios: la stevia es 300 veces más dulce que el azúcar y
permanece estable en varios niveles de pH y en temperaturas extremas, lo que la
hace apta para cocinar, congelar u hornear. Con una mezcla de stevia y endulzantes calóricos
naturales como la fructosa y el azúcar, el producto final tiene el mismo
volumen, estructura, integridad, efecto en la boca, textura y sabor que brinda
el azúcar (y que esperan los consumidores). Todo esto sin tener todas las
calorías gracias al dulzor 100% natural cero calorías de la stevia. Esta mezcla
óptima realmente puede hacer que las comidas favoritas sepan bien y tengan
menos calorías.
¿Acaso los productos
con pocas calorías reducen la obesidad?
Resulta más fácil
alcanzar los objetivos de control de peso si se dispone de más opciones para
ingerir comidas naturales con menos contenido de calorías. Las mezclas de
stevia representan una manera de reducir las calorías de forma natural y
permitir a los consumidores comer sin extremos y más satisfactoriamente, lo
cual, en algún momento, puede dirigir a uno a la elección de un estilo de vida
duradero. Disminuir restricciones en las comidas puede hacer que sea más fácil
realizar cambios permanentes en la dieta, particularmente si las personas son
conscientes de que no necesitan resignar el sabor y la textura de sus comidas
preferidas.
Quizás, estas mezclas de endulzantes naturales pueda
ayudar a redefinir cuáles son los productos horneados o las bebidas
tradicionales %u201Cmás comunes%u201D. Si los productos reducidos en calorías saben tan
bien como las variedades con el 100% de calorías, quizás ya no necesitemos
utilizar todas las calorías de los alimentos y las bebidas. En realidad,
algunos dicen que los productos reducidos en calorías no son tan
satisfactorios, y las personas todavía tienden a comer de más, pero las
investigaciones demuestran lo contrario cuando se trata de la stevia y el
aspartamo. ¿Tal vez 85 calorías sea el nuevo estándar
de calorías de la gaseosa de 340 cm3 en lugar de 140 calorías? Tal vez los
panecillos o los pasteles puedan tener 50 calorías menos por porción. El ahorro
de calorías puede aumentar con el tiempo y, si los profesionales de la salud
concientizan a las personas y ayudan en la educación, el control del peso será
posible.
Es hora de reconsiderar
nuestra actitud de todo o nada cuando se trata de azúcar agregado. Quizás
podamos alcanzar nuestros objetivos de control de peso más fácilmente si damos
pequeños y simples pasos, por ejemplo, reemplazando parcialmente el azúcar por
la stevia.