En México, el cáncer de próstata es la neoplasia maligna más frecuente después del cáncer de piel. En el año 2000 se diagnosticaron cinco mil 384 casos, lo que significó el 24% de las neoplasias malignas en varones.
En este periodo se reportaron además tres mil 852 defunciones de 26,455 por causas malignas en hombres mayores de 25 años. [1]
En el país, según datos del Censo de Población y vivienda INEGI 2010, nuestra esperanza de vida era de 76 años, con un total de población de 112,337 millones, en relación de 95 hombres por cada 100 mujeres.
Actualmente el cáncer es la tercera causa de muerte, tras las enfermedades del corazón y la diabetes mellitus. En cuanto a las neoplasias malignas, la de próstata representa la primera causa de defunción por cáncer, superando al de pulmón, con un total de cinco mil 235 fallecimientos.
Del total de la población masculina 54,855, 231, los hombres mayores de 50 años son quienes tienen más riesgo de desarrollar cáncer de próstata, es decir ocho millones 951, 526. De allí la importancia para que los servicios de salud de la administración otorguen recursos a favor del tratamiento de los pacientes que desarrollen esta enfermedad. [2]
Según datos de la American Cancer Society 2008, se presentaron 28,000 muertes por cáncer de próstata en etapa de castración resistencia, y en el 2010 se incrementaron a 32,050 ocupando el segundo lugar de muerte por cáncer, contrario a lo que pasa en nuestro país.[3]
En México, según datos del Panorama epidemiológico del cáncer genitourinario, durante los años 2007 a 2009 se presentaron siete mil 421 pacientes con cáncer de próstata. En Estados Unidos uno de cada seis hombres se diagnostican con cáncer de próstata y uno de cada 30 morirá por esta enfermedad. Siendo en dicho país el cáncer de próstata la segunda causa de muerte por cáncer en hombres, la mortalidad dependerá de la agresividad del tumor, la edad del paciente y comorbilidades. **
Factores de riesgo
Los factores de riesgo identificados son la edad, raza, historia familiar y alta ingesta de grasas animales.
La edad avanzada es considerada un factor de riesgo ya que el cáncer prostático rara vez ocurre antes de los 40 años, mientras que la máxima incidencia se observa a los 65 años.
Se ha identificado también mayor incidencia de cáncer prostático en hombres afro-americanos que en blancos. No esta clara la causa, pero podría deberse a los hábitos y estilo de vida.
Otros factores señalados, en los que la evidencia es menos consistente, se encuentran la obesidad, la actividad física limitada, la exposición al cadmio, la hiperplasia prostática benigna, virus (VPH, herpes y citomegalovirus) y la vasectomía.
Manifestaciones clínicas
El paciente con cáncer prostático localizado tiende a ser asintomático. Cuando existe sintomatología, esta suele deberse a obstrucción urinaria e infección secundaria. Ya que en la enfermedad avanzada se produce obstrucción urinaria y puede haber sangrado o infecciones de vías urinarias.
Los pacientes con enfermedad metastásica, cursan con dolor óseo y gran ataque al estado general. Incluyendo síntomas debidos a la compresión radicular o medular por invasión a la columna vertebral.
Escrutinio
El escrutinio con antígeno prostático específico y examen digital rectal ha resultado, no solo en un incremento en la detección del cáncer de próstata, sino también en una migración del estadio al momento del diagnóstico. El cáncer detectado en estadios tempranos es potencialmente curable. Además, los valores de APE pueden tener implicaciones pronósticas.
Se recomienda someter a escrutinio a todos los individuos mayores de 50 años; especialmente si sus expectativas de vida superan los 10 años. Los individuos en riesgo, esto es los afro-americanos y aquellos con un familiar de primer grado diagnosticado con cáncer prostático a edad temprana, deben iniciar el escrutinio a los 45 años.
Sin embargo, aquellos sujetos, con múltiples familiares de primer grado, diagnosticados con cáncer de próstata deben iniciar el escrutinio a los 40 años. Pero si el nivel de APE es superior a 2.5 ng/ml debe considerarse una mejor evaluación que incluirá la biopsia.
Diagnóstico
El diagnóstico presuncional se basa en los hallazgos de la exploración digital rectal, los valores del APE y el ultrasonido trans-rectal, el cual permite identificar lesiones sospechosas de malignidad para guiar la toma de biopsia. Los individuos con examen digital compatible, neoplasia y aquellos con APE superior a 4 ng/ml deben ser sometidos a USG trans-rectal y biopsias dirigidas.
Evaluación y extensión de la enfermedad
Los pacientes pueden tener tumores localizados, localmente avanzados o metastásicos.
La TAC es insensible para evaluar la extensión locorregional de la enfermedad, pero es útil para planear tratamiento con radioterapia.
La IRM con transductor endo-rectal permite evaluar la extensión a órganos vecinos, en especial a las vesículas seminales, pero no siempre esta disponible.
El gamagrama óseo se debe realizar cuando el APE es superior a 20 ng/ml, con dolor oseo por la enfermedad.
El esqueleto se encuentra comprometido en más del 85% de los pacientes que mueren por cáncer prostático.
Tratamiento
En términos generales, la enfermedad localizada en la próstata, es tratada inicialmente con cirugía o radioterapia. La radioterapia primaria, es una buena alternativa en pacientes que rechazan la cirugía y aquellos que no son buenos candidatos quirúrgicos.
Se indica prostatectomía radical en pacientes con expectativa de vida mayor a 10 años y que son buenos candidatos quirúrgicos.
Enfermedad sistémica (metastásica): en esta fase de la enfermedad se requiere que el tratamiento este dirigido a eliminar las hormonas masculinas que estimulan el crecimiento del tumor. Esto se logra mediante cirugia (orquiectomia) o medicamentos.
Cuando este tratamiento falla, la tendencia actual es utilizar quimioterapia.
Si la quimioterapia deja de funcionar, entonces se administran los nuevos tratamientos que se denominan blanco moleculares.
[1] Censo de población y vivienda INEGI 2010
[2] Ibídem.
[3] American Cancer Society. Cancer Facts and Figures 2010. Atlanta, GA.2010
**El cáncer de próstata es reconocido como un problema médico de la población masculina en Europa, es la neoplasia sólida más frecuente con una incidencia de 214 casos por 1000 hombres, y ocupa el segundo lugar como causa de muerte. Boyle P, Ferlay J. Cancer incidence and mortality in Europe 2004. Ann Oncol 2005 Mar;16(3):481-8. Jemal A, Siegel R, Ward E, et al. Cancer statistics, 2008. CA Cancer J Clin 2008 Mar;58(2):71-96.