• Alimento procesados de fácil preparación o el pre cocidos, contienen cantidades excesivas de sal
• Hay que aprender a sentir los sabores sin esa pizca extra de sal
El consumo excesivo de sal, aunado a factores como la edad, ingerir alientos grasos y la falta de actividad física, incrementa el riesgo de hipertensión, enfermedades cardiovasculares, accidente encefálico, insuficiencia renal y obesidad, manifestó el licenciado en Nutrición, Ignacio Valdivia Ortega, coordinador auxiliar delegacional de Nutrición y Dietética del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) México Oriente.
Añadió que las dietas actuales, en las que por distintos motivos se recurre al alimento procesado de fácil preparación o precocidos, contienen cantidades excesivas de sal.
Entre los productos con más sal se encuentran los embutidos o carnes frías; pan, pastas instantáneas y frituras; quesos y platillos preparados.
Recomienda a la población que para evitar el consumo excesivo de sal, en primer término, retire los saleros de la mesa; además de las encomiendas anteriores.
Dijo que hay que aprender a sentir los sabores sin esa pizca extra de sal; sugiere sustituir la sal por hierbas aromáticas y especias; lo deseable es reducir la ingesta a sólo dos gramos diarios, lo que equivale a la pérdida de sodio por transpiración, orina y heces.
Asimismo destacó la existencia de estudios que demuestran que quienes se exceden en consumo de sal en sus comidas o ingieren productos ricos en sodio (industrializados), consumen más cantidades de alimento, lo que está relacionado con el sobrepeso y padecimientos crónico degenerativos.
Insistió en sustituir la sal refinada por sal marina, y consumir sólo dos gramos diarios en promedio, de preferencia, combinarla con hierbas de olor y especias que realzan el sabor.
Además, se deben consumir, al menos, dos litros de agua simple (no mineralizada) y realizar 30 minutos de ejercicio al día, que ayudarán a la pérdida normal de sal a través de la transpiración.