La obesidad infantil puede generar enfermedades hepáticas en la edad adulta

Hoy en día México ocupa el primer lugar a nivel mundial en
obesidad infantil. Datos del Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria,
mencionan que de 1980 a la fecha esta epidemia registra una elevada tasa de
crecimiento en ese segmento de la población, sobre todo entre la población
escolar %u2013 de preescolar y primaria, entre los 5 y 11 años %u2013, así como entre
adolescentes.

Los índices de obesidad en México han aumentado de forma
acelerada, de acuerdo con datos presentados en fechas recientes por la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), tres de
cada diez mexicanos padecen obesidad, mientras que en los niños es uno de cada
tres.

En los últimos años se han hecho campañas para crear
conciencia entre la población de las enfermedades que son causadas por la
obesidad, como son las enfermedades cardiovasculares, diabetes y algunos tipos
de cáncer, pero poco se habla de los daños que la obesidad representa para el
hígado, ese órgano tan noble y tan olvidado.

La obesidad puede llegar a provocar la enfermedad de hígado
graso, padecimiento que se desarrolla lentamente y con frecuencia no presenta
dolor. Si la enfermedad se trata de forma adecuada, desaparece sin dejar lesiones,
pero si no es tratada a tiempo se pueden llegar a presentar otras enfermedades
como la cirrosis.

Es muy probable que los niños  que ahora son obesos  en un futuro no muy lejano padezcan de hígado
graso y por consecuencia cirrosis. Cuando la cirrosis no es atendida a tiempo o
con sus debidos cuidados, se puede complicar y desarrollar una encefalopatía
hepática, ésta se presenta cuando la función de los hepatocitos se altera; no
detoxifican la sangre y las sustancias dañinas llegan al cerebro, pudiendo
provocar desde alteraciones leves de conducta hasta el estado de coma.

Esta complicación de la cirrosis no se manifiesta de forma
repentina; comienza con pequeñas pérdidas de las funciones mentales como
destrezas laborales y capacidad para conducir, cambios en el sueño, cansancio,
olvido, falta de concentración y agresividad, incluso puede provocar un tipo
especial de temblor en las manos llamado asterixis.

Merz Pharma ha encontrado que la combinación de dos
sustancias (L-ornitina y L-aspartato) es de gran utilidad para apoyar el
trabajo de depuración que debe realizar el hígado en pacientes con
encefalopatía hepática.

En adultos la prevalencia de obesidad y sobrepeso se ha
triplicado, se detectó que el 39.5% de los hombres y mujeres tienen sobrepeso y
31.7% obesidad. Es decir, aproximadamente el 70% de la población adulta tiene
una masa corporal inadecuada. Por lo que también en este sector de la población
se incrementará la prevalencia de la enfermedad de hígado graso y con ella sus
complicaciones.

La Secretaría de Salud ha implementado programas de
alimentación sana y ejercicio  para
tratar de revertir el avance de la obesidad en niños y con esto evitar que en
un futuro presenten padecimientos como hígado graso, cirrosis y sus
complicaciones como la encefalopatía hepática. 

Acerca Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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