La cirugía metabólica ha probado su eficacia en el control de la diabetes en pacientes moderadamente obesos. Esto se debe a que la comida no pasa por la primera porción del intestino delgado (duodeno y yeyuno), por lo que produce cambios en las hormonas que controlan el azúcar. El procedimiento permite la remisión de la diabetes en más de 85 por ciento de los pacientes y mejoría en el porcentaje restante.
“Hace más de 30 años se realiza en Estados Unidos, pero apenas hace 15 años se publicaron los primeros estudios serios que avalan la eficacia de la intervención en los pacientes con poco sobrepeso”, refiere el doctor Fernando Serrano Berry, especialista en Cirugía General, Oncológica, Laparoscópica y de Obesidad adscrito al Hospital ABC, ubicado en la Ciudad de México.
El concepto de cirugía metabólica tiene sus bases en la práctica de la intervención quirúrgica para tratar la obesidad, conocida como bypass gástrico, ya que se observó que los pacientes sometidos a este procedimiento mejoraban en forma importante los padecimientos agregados que sufrían, como diabetes, hiperlipidemia (elevación en la concentración de grasa en sangre) y síndrome metabólico (incapacidad del organismo para utilizar la hormona insulina).
Por lo tanto, está comprobado que dicho procedimiento cambia el curso clínico de la diabetes; de hecho, los seguimientos realizados a 16 años demuestran que los pacientes con diabetes intervenidos no sólo han dejado el tratamiento, sino que las complicaciones propias de la enfermedad no se han presentado.
“De ahí que se considere que la cirugía metabólica es la operación recomendable al paciente con obesidad y diabetes. Por mecanismos que aún no están claramente entendidos, se han determinado cambios en la secreción de algunas sustancias enzimáticas que tienen influencia en el metabolismo del azúcar”, resalta el doctor Serrano Berry.
Por otra parte, se ha logrado demostrar que el efecto antidiabético de la técnica quirúrgica es de tipo primario y no la consecuencia de que el paciente pierda peso, como inicialmente se creyó. “A diferencia de la cirugía bariátrica o bypass gástrico, la cirugía metabólica se puede realizar en pacientes con un Índice de Masa Corporal (IMC) menor a 35, ya que el objetivo principal de la misma es el tratamiento de la diabetes y no de la obesidad”, informa el especialista.
El proceso se compone de dos tipos de intervenciones de bypass; el primero es gástrico, que consiste en la reducción del tamaño del estómago. Y el segundo es denominado duodeno-yeyunal, mediante el cual se excluye el tránsito de los alimentos de las primeras porciones del intestino delgado, lo que genera cambios en las hormonas y los receptores ubicados en esta área, lo cual repercute en el control de la glicemia (azúcar en sangre).
De esta manera, dos de los grandes trastornos del individuo con obesidad pueden ser superados, ya que cerca de 90 por ciento de los pacientes quedan sin diabetes aparente, y un porcentaje mayor al 92 por ciento regularizan su hipertensión al perder peso.
Ya está probado que la cirugía metabólica funciona en diabéticos tipo II, aunque debemos aclarar que los pacientes sólo pueden ser intervenidos si son menores de 65 años y tienen menos de ocho años con la enfermedad.
La práctica de la cirugía metabólica ofrece un nuevo panorama terapéutico a las personas afectadas por diabetes mellitus tipo II, por lo que se espera que en breve se haga extensiva en los diferentes sectores de salud para que mayor cantidad de pacientes obtengan los beneficios que aporta a su calidad y esperanza de vida.