• Diabetes, enfermedades renales y hepáticas, asociadas con niveles altos de triglicéridos y colesterol
• Los triglicéridos y el colesterol de alta y baja densidad se miden su concentración en la sangre por medio de un análisis clínico en el laboratorio clínico.
Para evitar alteraciones que se manifiesten en concentraciones anormales del colesterol y triglicéridos en la sangre y que por consecuencia se originen las placas de ateroma en las arterias y venas, provocando complicaciones cardiovasculares o de tipo circulatorio y con ello un ataque al corazón, es importante tener una alimentación balanceada, nutritiva y sin exceso de grasa, dijo el doctor Leonardo Galindo Gutiérrez, adscrito al Hospital General Regional 200 del IMSS México Oriente.
Las alteraciones del metabolismo de los lípidos son provocados por la diabetes mellitus, hipotiroidismo, la insuficiencia renal crónica, obesidad, ingesta de alcohol y enfermedades hepáticas están asociadas a presentar los niveles altos de triglicéridos y colesterol, son conocidas como secundarias. Existen también trastornos primarios y que tiene su origen genético y se transmiten de padres a hijos según las leyes mendelianas.
Los triglicéridos y el colesterol de baja y alta densidad se miden su concentración como parte de un análisis clínico de sangre en el laboratorio clínico. Los niveles normales de triglicéridos se encuentran por debajo de 150 mg/dl, y los niveles de colesterol normal son por debajo de 200 mg/dl.
El doctor Galindo Gutiérrez siguiere no consumir en exceso grasas saturadas que encontramos en la leche entera, yogurt, quesos con alto contenido de grasa, mantequilla, crema, vísceras y manteca, es decir grasas de origen animal como es el puerco o res. Además de limitar el consumo de embutidos y eliminar definitivamente en la dieta los alimentos chatarra, no consumir tabaco y líquidos embotellados con alto nivel de glucosa los llamados refrescos.
En cuanto al consumo de grasas es preferible las de tipo mono- insaturadas, por ejemplo el aguacate, las oleaginosas, como nuez, avellanas, cacahuate y pistaches; además guisar con aceite vegetal (olivo, maíz, cártamo, girasol) y consumir acido graso Omega-3 que se encuentra en el pescado.
Además de recomendar el ejercicio físico diario de tipo aeróbico como es nadar, caminar o bailar por lo mínimo 30 minutos diarios y tomar agua potable, sugiere evitar el consumo de grasas saturadas, por ejemplo: sustituir la leche entera por leche descremada; utilizar yogurt bajo en grasa; preferir cortes de carne magra, comer carne de pavo o pollo sin pellejo y pescado fresco.
Es importante destacar que a través de los programas preventivos del IMSS, como el PREVENIMSS, se pueden detectar a tiempo los principales datos de riesgos como lo son la elevación de colesterol y triglicéridos, así como también los exámenes de glucosa para descartar la diabetes mellitus.