A partir de los 45 años de edad se comienza a padecer el desgaste natural en las rodillas; sin embargo muchas personas –hombres y mujeres- por el sedentarismo, llegan a presentar síntomas de dolor en las rodillas desde los 20 a 30 años de edad.
El desgate natural en las rodillas afecta con mayor frecuencia a las mujeres con respecto a los hombres; intervienen factores como el sedentarismo, la obesidad y la frecuente deformidad angular en valgo (rodillas encontradas), que es más común en el género femenino
El doctor Clemente Barrera Chávez, traumatólogo ortopedista, coordinador de cirugía en el Hospital General Regional 72 del IMSS México Oriente, al señalar lo anterior, dijo que en el caso de los hombres, el desgaste natural en las rodillas, influyen los traumatismos (golpes, fracturas) repetitivos, las deformidades angulares, obesidad y las actividades deportivas y laborales extenuantes.
Indicó que en términos generales, la inactividad muscular, que provoca flacidez de los tejidos, debido al tipo de trabajo, debilita el cartílago, por lo tanto la rótula tiene un mayor juego entre los cóndilos del fémur (surco del fémur), lo que permite el desgaste del cartílago.
Un ejemplo simple es el recorrido que realiza el ferrocarril en una vía firme, si ésta está floja terminará por lastimarse junto con las ruedas del tren, por el movimiento anormal; lo mismo que en otras actividades en donde el cartílago está muy presionado, como por ejemplo, en trabajos en los que las personas permanecen considerable tiempo con las rodillas flexionadas.
También influyen los traumatismos repetitivos por caminos con desnivel, ejemplos: empedrados y deportes de alto impacto, así como las deformidades congénitas de algunos hombres o mujeres.
Las molestias que presenta el paciente por el desgaste natural en las rodillas, van desde un dolor punzante, ardoroso; sensación de inseguridad, inestabilidad, sobre todo al subir y bajar escaleras y caminar. Este malestar, en ocasiones, disminuye con el reposo y a veces mejora con antiinflamatorios no esteroideos.
El especialista traumatólogo ortopedista subrayó que el tratamiento médico aplicable a las personas que comienzan a padecer desgaste natural en las rodillas, se les propone disminuir el índice de masa corporal, evitar actividades agravantes; asimismo bajo supervisión médica se les suministran antiinflamatorios no esteroideos, condroprotectores, como glucosamina y condroitin sulfato y viscosuplementación.
En cuanto a la prevención se debe cuidar peso, evitar actividades de alto impacto en el caso de ciertos deportes, ejercicios de fortalecimiento articular de extremidad pélvica. Ingesta de condropromoduladores como glucosamina, condroitin sulfato y colágeno hidrolizado.
“En términos generales una manera sencilla de esquivar éste padecimiento tan frecuente, es fortalecer el cuádriceps, que son los cuatro músculos anteriores del muslo, de ahí su nombre, que sirven para extender la rodilla y terminan en el tendón rotuliano; y esto se puede realizar con ejercicios contra resistencia, con aparatos muy sofisticados en los gimnasios, aparatos caseros, lo mismo que con ligas de todo tipo”.