En la UMAA No. 231, se brinda tratamiento, terapia y en caso necesario cirugías, las cuales no requieren hospitalización.
El talón es la parte trasera del pié debajo de la pantorrilla y su función principal es el apoyo y soporte del peso corporal; sin embargo, en algunas ocasiones puede ser causa de dolor en personas que desarrollan calcificación en esta área. Este padecimiento se denominada “espolón calcáneo o fascitis plantar” y produce dolor intenso que puede llegar a ser incapacitante.
Martha Ariceaga Paredes, coordinadora clínica de la Unidad Médica de Atención Ambulatoria (UMAA) No. 231 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) mencionó, que esta calcificación se origina por diversas causas, principalmente la obesidad, la mala postura y el uso de calzado inadecuado.
El síntoma primario es el dolor localizado específicamente en el área de carga de peso del talón, comúnmente es más severo durante los primeros pasos al levantarse de la cama, disminuye en cierta medida con la actividad por la distensión de la fascia, y reaparece de nuevo tras un periodo de descanso.
El espolón calcáneo, no es palpable o apreciado a simple vista, es decir, no manifiesta alteraciones en la planta del pie, como enrojecimiento o inflamación. En su caso, sólo puede ser observado a través de un estudio de Rayos “X”, el cual muestra su crecimiento en forma de “pico” y que al caminar genera dolor intenso.
Por lo general, mencionó Ariceaga Paredes, este padecimiento afecta más a hombres que a mujeres, aunque nadie está excluido de padecerlo. El promedio de edad en la que llega a desarrollarse es de los 40 años en adelante; los espolones son usualmente pequeños, orientados de manera horizontal y se encuentran catalogados como una de las principales causas de dolor en el talón.
Es importante señalar, que solamente quien sufre o ha sufrido de espolón calcáneo entiende lo molesto y doloroso que es. Sus síntomas, refirió Pérez, en muchos de los casos no son percibidos, sin embargo, se debe tener presente que cuando se manifieste dolor al apoyar el pie en forma de pinchazos que llegaran a impedir el andar con normalidad, se debe acudir a la Unidad de Medicina Familiar, (UMF) para ser valorados y canalizados con un especialista.
El ortopedista (especialista en este caso) valora la situación e indica la mejor forma de aliviar el malestar, el tratamiento consiste en realizar terapias además de efectuar una infiltración (similar a una inyección) en la zona afectada con fármacos que tienen por objetivo erradicar el dolor, sin embargo cuando una infiltración no es suficiente se realiza una segunda, si esta no cumple con el objetivo, es necesario practicar la cirugía.
En la UMAA No. 231, se cuenta con el personal capacitado y las instalaciones adecuadas para realizar esta cirugía de manera normal y sin hospitalización, sin embargo, ello no garantiza que no vuelva a crecer, ya que por ser un hueso tiende a seguir su desarrollo, es por ello que las infiltraciones son la primer opción para su tratamiento, y en la mayoría de los casos resultan altamente efectivas.
La especialista del IMSS hizo hincapié, en evitar acudir con personas que se ostentan como curanderos o hueseros, ya que en lugar de proporcionar un bien lo único que pueden causar es dolor y daños permanentes al talón, en muchas ocasiones con consecuencias severas.