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Por Javier R. Cervantes
México, D.F., (Mundo de Hoy).- La obesidad en nuestro país se incrementa día a día. Actualmente, México ocupa el segundo lugar a nivel mundial y con eso nace una nueva preocupación: las enfermedades que la acompañan, por ejemplo, las cardiovasculares. Aunque no es más culpable que la genética, el sobrepeso también puede propiciar la diabetes, enfermedad que si no es tratada o detectada a tiempo puede llevar a la muerte.
La diabetes es un desorden del metabolismo, es decir, del proceso que convierte el alimento que ingerimos en energía. La insulina es el factor más importante en este proceso. Se trata de una hormona segregada por el páncreas, una glándula ubicada detrás del estómago.
Durante la digestión se descomponen los alimentos para crear glucosa, la mayor fuente de energía para el cuerpo. Esta sustancia llega directamente a la sangre, donde entra en las células mediante la insulina. En las personas con problemas de diabetes el páncreas no produce o produce poca insulina, lo cual es conocido como diabetes tipo1. Cuando las células del cuerpo no responden a la insulina que se produce, se trata del tipo 2.
Este defecto de la insulina provoca que la glucosa se concentre en la sangre, de forma que el cuerpo se ve privado de su principal fuente de energía. Además, los altos niveles de glucosa en la sangre pueden dañar los vasos sanguíneos, los riñones y los nervios.
En México, la herencia genética de la diabetes es muy alta, debido a que el mestizaje propició la tendencia a desarrollar este padecimiento. Los factores ambientales del país propician también el desarrollo de la enfermedad. Es por estos factores que en el país existen aproximadamente seis millones de personas con diabetes.
No existe una cura para la diabetes. Por lo tanto, para cuidar la salud de personas afectadas por este mal, es necesario controlarlos niveles de glucosa en la sangre, manteniéndolos lo más cercanos posible a los normales.
Mediante las siguientes medidas básicas la diabetes puede ser controlada: una dieta planificada, actividad física, toma correcta de medicamentos y chequeos frecuentes del nivel de azúcar en la sangre.
Y es que en estos tiempos, en los que las enfermedades causadas por el stress toman fuerza, la mejor medicina, sin lugar a dudas, es la prevención, llevando una buena alimentación y realizando alguna actividad física.
