Las grasas y su ataque al cerebro

El cerebro es el órgano más complejo y fascinante de nuestro cuerpo. Cada parte de él tiene una función determinada en el control del organismo. Además de controlar la respiración, el flujo sanguíneo y el movimiento, el cerebro nos permite pensar, controlar los sentimientos y formar opiniones. Por estas razones, es vital que lo cuidemos, pues también puede sufrir enfermedades.

Una de las más graves patologías que puede presentar es el accidente cerebrovascular o ataque cerebral; sin embargo, es posible prevenirlo. Para esto, es indispensable que sepamos qué es y que conozcamos cuáles son los factores de riesgo que pueden desencadenarlo, entre estos se encuentran los altos niveles de colesterol en sangre. 

El colesterol no sólo afecta al corazón

Se sabe que la mayoría de las enfermedades cardiovasculares se deben a la acumulación de colesterol, de placa y de otros depósitos de grasa en las arterias. Las arterias que nutren al corazón pueden bloquearse de tal manera que la circulación sanguínea puede verse restringida, lo que causa dolor en el pecho. Si se forma un coágulo de sangre y se bloquea la arteria, se produce un ataque al corazón. Ahora bien, si un coágulo bloquea una arteria que va hacia o está dentro del cerebro, se originará un accidente vascular cerebral  o interrupción de la circulación sanguínea cerebral. 

Cuando el cerebro entra en crisis.

Un accidente vascular cerebral ocurre cuando se altera el flujo de sangre hacia este órgano. Al presentarse, un área de éste comienza a morir porque deja de recibir oxígeno y los nutrientes necesarios para funcionar. 

Existen dos tipos:

Accidente cerebrovascular isquémico (TIA): es causado por un coágulo que bloquea u obstruye un vaso sanguíneo del cerebro. Aproximadamente el 80% de todos los accidentes cerebrovasculares son de este tipo.
Accidente cerebrovascular hemorrágico (derrame cerebral): es causado por la ruptura y sangrado de un vaso sanguíneo en el cerebro.  Aproximadamente el 20% de todos los accidentes cerebrovasculares son de este tipo.

Como ya se mencionó, los TIA son los accidentes cerebrales que se presentan con mayor frecuencia, estos son de tipo inicial y/o advertencia. Este tipo de accidente puede originarse varios días, semanas o meses antes de que ocurra un accidente cerebral más severo. Los TIA pueden predecir las probabilidades de tener un accidente cerebrovascular, aunque no ayudan a pronosticar cuándo sucederá éste con exactitud. Generalmente se presenta a un año del TIA.  

Los síntomas suelen presentarse rápidamente y duran poco tiempo. La mayoría tiene una duración de cinco minutos, aunque el tiempo promedio es de un minuto. A diferencia de los accidentes cerebrovasculares, cuando se termina un TIA, el coágulo se disuelve y los síntomas desaparecen, por lo que no hay efectos permanentes.


¿Qué produce un ataque al cerebro? 

Son tres las categorías de factores de riesgo para los accidentes cerebrovasculares, los cuales son:

Los que pueden tratarse con la ayuda del médico: 

Presión arterial alta: estamos ante el más importante de todos los factores de riesgo. Es necesario que tu familiar conozca su presión y que se la mida cada dos años, o con mayor frecuencia si se encuentra por arriba de los rangos normales.

Diabetes: esta enfermedad también daña los vasos sanguíneos de todo el cuerpo, incluyendo al cerebro. Además, si los niveles de glucosa en sangre son altos al momento del ataque, generalmente el daño al cerebro es más extenso y severo que cuando la glucosa está bajo control.

Enfermedad carótida o arterial: las arterias del cuello llevan sangre al cerebro, por ello si una de éstas se hace angosta debido a depósitos de grasa, podría bloquearse por un coágulo de sangre. Ahora bien, la enfermedad de las arterias periféricas ocurre cuando se angostan los vasos sanguíneos que llevan sangre a los músculos de los brazos y piernas. Si tu ser querido padece esta enfermedad, corre mayor riesgo de ataques cerebrales.

Fibrilación auricular: esta condición eleva el riesgo de accidentes cerebrovascularesl porque las aurículas del corazón palpitan en vez de latir normalmente. Esta irregularidad permite que se acumule y coagule la sangre. Si un coágulo se desprende, entra al flujo sanguíneo y se deposita en una arteria que conduce al cerebro, teniendo como resultado un ataque cerebral.

Otras enfermedades del corazón: la enfermedad coronaria o insuficiencia cardíaca, el engrandecimiento del corazón, la enfermedad valvular del corazón y algunos tipos de defectos congénitos del corazón, elevan el riesgo.

Trastornos de la sangre: un alto conteo de células sanguíneas rojas eleva la posibilidad de desarrollar coágulos de sangre, y éstos elevan el riesgo de un ataque al cerebro.

Los que pueden modificarse con cambios en el estilo de vida: 

Niveles altos de colesterol en sangre: se trata de uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, mismas que elevan el riesgo de ataques cerebrales. Asimismo, los bajos niveles de colesterol bueno, también pueden elevar el riesgo.

Sedentarismo y obesidad: ambas pueden elevar el riesgo de presión arterial alta, colesterol, diabetes, enfermedades del corazón y ataques cerebrales.

Consumo excesivo de alcohol: esto eleva la presión arterial alta, la cual puede causar ataques al cerebro.
Fumar: la nicotina y el monóxido de carbono en el humo de los cigarros, reducen la cantidad de oxígeno en la sangre. Asimismo, dichas sustancias dañan las paredes de los vasos sanguíneos, aumentando la posibilidad de que se formen coágulos. De igual manera, los anticonceptivos orales en combinación con el tabaco, aumenta el riesgo de un ataque al cerebro.

Los que no pueden cambiarse: 

Edad: los accidentes cerebrovasculares pueden ocurrir en personas de todas las edades, incluso en niños. Aunque a mayor edad, mayor es el riesgo de un ataque de este tipo.

Sexo: los accidentes cerebrovasculares ocurren con mayor frecuencia en los hombres. No obstante, más de la mitad de las muertes por ataque cerebral se registran en mujeres. Las mujeres embarazadas tienen mayor riesgo, así como aquellas que toman píldoras anticonceptivas, fuman o tienen presión arterial alta.

Herencia: las personas con familiares que han sufrido un accidentes cerebrovascular tienen mayor riesgo también.

Ataque cerebral previo: si tu familiar ya ha sufrido alguno, hay mayor riesgo de presentar otro. Por ello, es indispensable que realice cambios en su estilo de vida y modifique los factores de riesgo controlables con la ayuda de su médico. También si ya ha sufrido un ataque al corazón, se elevan las posibilidades de presentar un accidente cerebrovascular.

¿Cuáles son las secuelas de un accidente cerebrovascular? 

A pesar de que un accidente cerebrovascular es una enfermedad ubicada en el cerebro, cabe destacar que puede afectar todo el cuerpo. Los efectos pueden ser desde leves hasta severos, e incluyen:

  • Parálisis
  • Problemas de raciocinio
  • Problemas del habla
  • Problemas de visión
  • Problemas en la coordinación motora
  • También puede sentirse dolor y adormecimiento después de un accidente cerebrovascular.

¿Cómo sé que mi familiar está sufriendo un accidente cerebrovascular?  

Es probable que si un familiar esté padeciendo de esto, no se de cuenta Para quien lo observa, puede parecer que sólo está distraído o confundido. Sin embargo, para que tu familiar resulte menos afectado, es necesario que reconozcas los síntomas, los cuales son claros y se presentan repentinamente. Éstos son:


  • Súbito adormecimiento o debilidad en la cara, el brazo o la pierna (especialmente en un lado del cuerpo)
  • Súbita confusión, dificultad para hablar o entender
  • Súbita dificultad para ver con uno o con los dos ojos
  • Súbita dificultad para caminar, mareo, pérdida del equilibrio o de la coordinación
  • Súbito dolor de cabeza severo, sin causa conocida

¿Qué hago si se presenta un accidente cerebrovascular en algún familiar o conocido? 

Ante alguna de las señales antes descritas, es necesario actuar inmediatamente sin tomarlo a la ligera pues es una emergencia médica. Además, cada minuto es vital cuando alguien está sufriendo un accidente cerebrovascular porque entre más tiempo dure la interrupción del flujo sanguíneo hacia el cerebro, mayor será el  daño. La atención médica es la única que puede salvar la vida de una persona y aumentar sus posibilidades de lograr una recuperación exitosa.


¿Cuál es el mejor tratamiento en estos casos? 

El tipo más común de accidente cerebrovascular  puede ser tratado con un medicamento el cual disuelve los coágulos que obstruyen el flujo sanguíneo hacia el cerebro. El inicio de este tratamiento debe hacerse en un plazo máximo de tres horas, por lo que el paciente debe llegar al hospital lo más pronto posible.

Sin embargo, el mejor tratamiento, sin duda, es la prevención. Existen varios factores de riesgo que elevan las posibilidades de tener un accidente cerebrovascular: hipertensión, enfermedades cardíacas, diabetes, colesterol alto, tabaquismo. Por ello, si tu familiar fuma, tiene que dejar de hacerlo; si tiene hipertensión, diabetes o colesterol alto, debe controlarlos, pues esto reducirá en gran medida el riesgo.

Acerca Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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