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Comida rápida como hamburguesas, pizzas, alitas de pollo, pastas, cueritos con chile, sopas instantáneas, embutidos, alimentos fritos, quesos, entre otros, así como botanas y frituras altas en grasas y sodio, sin olvidar dips, refrescos y bebidas alcohólicas es lo que comúnmente se consume durante la celebración del Mundial.
El Médico Bariatra David Montalvo Castro, Presidente del Colegio Mexicano de Bariatría (CMB), A.C., recomienda mantener un control en la cantidad de comida derivada de esta celebración futbolística, pues todos estos platillos tienen un alto contenido calórico. Generalmente, dice, los hombres adultos suben en promedio de 2 a 6 kg, las mujeres adultas 4 y los niños 2. Advierte que si estas personas sufrían de obesidad, la subida de peso de los hombres puede ser de hasta 7 kg, las mujeres de 6 o más y los niños entre 3 a 4 kg ya que la competencia dura un mes completo.
El placer que representa la ingesta de alimentos que se consumen en la temporada de la Copa Mundial debe tener una importancia secundaria, sobre todo cuando los compromisos sociales y familiares surgen por este motivo, convirtiéndose en un factor de riesgo para que el promedio de las personas consuman una cantidad excesiva de calorías, debido tanto a la cantidad, como a la calidad de los alimentos.
“Se debe recordar que la función principal de la ingesta de alimentos es la de proveer al organismo de elementos para restaurar las estructuras de nuestro cuerpo, y junto con esos elementos, aportar las vitaminas y minerales que en cada temporada se necesiten de acuerdo con el clima que prevalezca”.
El Médico Bariatra recomienda mantener un control en la cantidad de comida derivada de esta temporada tanto en niños como en adultos, y no solo eso, tratar de evitarla en cualquier otro evento deportivo televisado, ya que ingerirá más calorías que lo habitual aumentando en kilos y en grasas.
Recomendaciones básicas
• El especialista propone a niños y adultos a tomar agua y botanas saludables: brochetas de fruta (preferentemente las frutas de la temporada), rollos de atún sin aderezos, julianas de zanahoria, jícama, pepino; ensaladas con frutos secos y carne o pollo asados, pescados, entre otros alimentos saludables.
• Consumir refrigerios a partir de frutas y vegetales y no golosinas industrializadas.
• Mantener, dentro de lo posible, el horario habitual de comidas.
• Reducir el consumo de refrescos embotellados, cambiándolos por agua de fruta natural o, mejor aún, que los padres pongan el ejemplo en el consumo de agua simple convirtiéndolo en un hábito.
• Disminuir al mínimo el uso de grasa y azúcar en la preparación de los alimentos. Se pueden consumir palomitas de maíz naturales.
• Evitar comida rápida y comida chatarra.
• Realizar actividad física.
