LaSalud.mx.- La pandemia de COVID-19 mostró que es crucial mejorar la alimentación, debido a que la mala nutrición repercute en complicaciones de la enfermedad, afirmó el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, al inaugurar de manera virtual el Primer Diálogo Subnacional de México camino a la Cumbre de Sistemas Alimentarios.
Se pronunció por sumar esfuerzos interinstitucionales entre los diferentes órdenes de gobierno siguiendo las guías y políticas de organismos internacionales, para avanzar en el mejoramiento de la alimentación.
En su oportunidad, el director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), Ruy López Ridaura informó que autoridades federales, con el apoyo de organizaciones internacionales y de la sociedad civil trabajan en la creación de políticas públicas que permitan avanzar en el acceso a alimentos saludables para disminuir la mala nutrición que produce obesidad y por deficiencia de nutrientes críticos que provocan desnutrición
Añadió que se creó el Grupo Intersectorial de Salud, Alimentación, Medio Ambiente y Competitividad (Gisamac), a través del cual se han tenido avances como el etiquetado frontal de alimentos procesados y ultra procesados para inhibir su consumo y propiciar la ingesta de productos saludables.
Agregó que el trabajo de Gisamac involucra la participación de distintas dependencias de gobierno para elaborar políticas públicas que contribuyan a transformar el sistema alimentario y cuidar el ambiente durante el proceso de producción de los alimentos.
Ante más de 100 personas expertas en el tema del ámbito académico, gobierno y organizaciones de la sociedad civil, el director general del Cenaprece detalló que, durante este diálogo rumbo a la Cumbre de Sistemas Alimentarios, se analizaron los desafíos y las vías para construir fórmulas sostenibles; además, se establecieron compromisos.
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La Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, mencionó, está encaminada a lograr que la población adopte una alimentación saludable, justa y sustentable que, aunada a la actividad física, prevenga la obesidad.
En su oportunidad, el coordinador general de Desarrollo Rural de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Salvador Fernández Rivera, coincidió con el gobernador de Veracruz en el sentido de que la vulnerabilidad de las personas con sobrepeso y obesidad a padecer complicaciones por COVID-19 hace necesario transformar el sistema alimentario para proveer alimentos nutritivos.
En este encuentro, presentó resultados de estudios publicados recientemente sobre los sistemas alimentarios del mundo, en donde se advierte la incapacidad para procurar suficientes alimentos saludables para la población del futuro.
Al exponer el caso particular de Veracruz, el secretario de Desarrollo Agropecuario Rural y Pesca de esta entidad, Eduardo Cadena Cerón, dio a conocer que está en marcha el programa de Canastas Regionales del Bien Comer, como una alternativa para una alimentación saludable, tomando como ejemplo el trabajo que lleva a cabo el Gisamac.
Con base en evidencia científica, este plan agroalimentario rescata la diversidad de alimentos que contribuyen a la buena nutrición y son de uso cotidiano por parte de las personas.
Para la puesta en marcha del proyecto, el estado se dividió en cuatro regiones. Con la ayuda de la Facultad de Nutrición de la Universidad Veracruzana, se validó la información nutricional de los alimentos y se elaboraron menús nutritivos y culturalmente aceptados. Cada menú diario con los tres tiempos equivale al consumo de entre mil 500 y dos mil 500 calorías e incluye bebidas, ensaladas, caldos y sopas, guisados y postres, con recetas distintas para cada día de la semana.
Las Canastas Regionales del Bien Comer del estado Veracruz se concentraron en una publicación de dos volúmenes que integran fichas técnicas, fotografías de los alimentos -tanto su estado natural como preparados-, un recetario elaborado con entrevistas a productores y productoras, y frases de identidad de los pueblos veracruzanos sobre la importancia de cada alimento y platillo.
A su vez, la representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) en México, Lina Pohl Alfaro, se pronunció por transformar los sistemas alimentarios, concretando compromisos y acelerar la acción de manera colectiva para que cada país avance en esta dirección.
Al presentar un panorama del sistema alimentario en América Latina y el Caribe, señaló que antes de la pandemia por COVID-19, 32 por ciento de la población -204 millones de personas- vivía en condiciones de inseguridad alimentaria moderada o severa, y ahora, debido a la pandemia, se estima que hay un retroceso de 30 años en la lucha contra el hambre.
Tras reconocer los esfuerzos que se realizan en México, indicó que durante el encuentro se reflexionó sobre las políticas públicas, entornos alimentarios, producción y acceso al alimento y el nivel intrapersonal de la alimentación, lo que permitirá identificar las prioridades del Estado mexicano rumbo a la Cumbre de Sistemas Alimentarios que se realizará en septiembre próximo durante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU).
Asimismo, destacó que el secretario general de la ONU, António Guterres, ha llamado a los líderes mundiales para que participen en una cumbre que ayude a determinar la dirección futura de los sistemas alimentarios y, sobre todo, acelerar la acción colectiva.
Durante el evento virtual, las y los representantes de los tres órdenes de gobierno, organizaciones de la sociedad civil, academia, productores y consumidores organizados, trabajaron en cuatro líneas de acción: evaluación de las políticas públicas y normatividad en temas alimenticios; fomento de la participación social para gestión de entornos saludables y resilientes; facilidades en el acceso y producción de cadenas agroalimentarias, así como promoción de campañas de alimentación saludable para generar cambios a nivel individual.
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